lunes, 13 de junio de 2022

EL TAMAÑO ABSOLUTO

 Las 3 dimensiones espaciales, encierran un espacio tan pequeño o tan grande como posible es su medición. Inclusive, puede encerrar un tamaño más pequeño o más grande que lo que un instrumento puede medir, aunque esa condición sólo sirva para darnos una idea cualitativa del espacio.

La idea de este artículo, es responder a la pregunta ¿hay valores absolutos en el tamaño?, es decir, ¿hay una línea divisoria que separa lo "grande" de lo "pequeño"? Grande o pequeño son relativismos, pero ¿qué tan relativos son y respecto a qué?

Supongamos que encerramos en 27 metros cúbicos (un contenedor de 3x3x3 m), la cantidad de un gas cualquiera tal que su presión sea de 1 atmósfera. Sellamos el contenedor y lo lanzamos al espacio exterior. Al abrir un pequeño orificio en el contenedor, el aire atrapado saldrá disparado hacia el espacio por la diferencia de presión. Ahora bien, si repetimos el experimento y en vez de llenar con gas el contenedor, colocamos a 5 astronautas y extraemos todo el aire para crear un vacío interno; ya en el espacio, abrimos una compuerta lo suficientemente grande para que pueda pasar libremente un astronauta ¿saldrán disparados los astronautas? Presumiblemente, no. Podemos repetir el experimento usando cuerpos de diferente tamaño empezando por el más grande de modo que sucesivamente nos vayamos acercando al tamaño de una molécula de oxígeno molecular ¿cuál será el tamaño de un cuerpo para que al exponerlo al vacío del espacio exterior, se comporte como el gas del primer experimento?

La presión, entendida como fuerza entre área, nos da una pista. Para que exista fuerza en el movimiento, necesita haber aceleración. Las partículas de gas están en constante movimiento y debido a interacciones de variada índole, las partículas se aceleran dando como resultado una fuerza. No pasa lo mismo con objetos más grandes porque están en reposo respecto al contenedor o su movimiento no es lo suficientemente acelerado para generar una fuerza de escape.

Sin embargo, el experimento aún no termina pues falta considerar algunos otros factores. Por ejemplo, podemos poner un conjunto de balones de baloncesto en el contenedor y ya en el espacio, mediante un mecanismo ponerlos a rebotar unos contra otros y contra las paredes del contenedor a manera de generar una presión interna. Abrimos un hueco en una pared del contenedor y sólo los balones que vayan coincidiendo con el hueco, escaparán del contenedor. Todavía existe una diferencia respecto a las moléculas de un gas. Así que vayamos pues a imitar la diferencia de tamaños entre balones y moléculas respecto a su contenedor, y a igualar la cantidad de balones con la cantidad de moléculas de gas. Sería un contenedor a escala enorme y habría billones de balones dentro.


continuará...


APUNTES VARIOS SOBRE EL SISTEMA, EL PODER Y EL SER HUMANO COMO ENTE SOCIAL

EXTRACTOS DEL CUARTO VOLUMEN “La otra realidad”

 

...

 

Líderes de opinión

 

Y siguen empeñados en continuar la farsa del Sistema. Piensan que limpiando la superficie del lecho acuoso del Sistema con sus reformas, el fondo dejará de filtrar la porquería que lo ensucia. Cuando los periodistas, analistas, filósofos, escritores y toda suerte de “intelectuales” líderes de opinión asiduos al Sistema, opinan sobre las bondades del Sistema o sobre lo que hay que cambiar en él para alcanzar el objetivo utópico de bienestar general, ya sea que 1) lo hacen de buena fe, pero sin plena consciencia de lo que involucra lo están diciendo, o 2) son gatilleros ideológicos del Sistema del poder, perfectamente conscientes de su perversidad a favor de beneficios personales o de grupo de corto o nulo alcance desde el punto de vista de la colectividad. Los medios son los emisores de la dialéctica sistémica; dictan las normas de comportamiento y de pensamiento de las personas, todo a favor de la continuidad; funcionan como la pantalla que impide ver la realidad objetiva sustituyéndola por la realidad sistémica.

 

...

 

El doble juego perverso de los nacidos del poder

 

Ayer, en los inicios de lo que ahora son grandes consorcios u organizaciones sociales, empresariales, etc., una gran cantidad de hechos inmorales sirvieron para dar origen y crecimiento a estas organizaciones. Hoy, las mismas que se fundaron y crecieron al amparo inmoral del Estado, se presentan como ejemplos de moralidad; mantienen campañas mediáticas para exaltar su moral y pedir a la ciudadanía que denuncie a los corruptos. Se nos presentan como los grandes moralistas a nivel mediático, como si ellos hubiesen nacido y se hubiesen desarrollado limpiamente, dentro de la observancia de todo marco legal y partiendo de principios de honestidad, respeto, moralidad y solidaridad.

 

Todos estamos sujetos a cometer errores y todos tenemos derecho a rectificarlos y cambiar, pero estas organizaciones pro Sistema, en realidad son hipócritas, ya que ante la ocasión de un beneficio accesible sólo por medios inmorales, no pierden la oportunidad de aprovecharlo.

 

....

 

Ganar por sobre todo lo demás (la médula del mal)

 

Para tener acceso a los productos y servicios necesarios para sobrevivir y para el desarrollo, para casi cualquier cosa reivindicada por el Sistema, es indispensable el dinero. Pero el dinero no se recibe de acuerdo a tales necesidades, sino que el Sistema nos arroja a obtenerlo como podamos, legal o ilegalmente, con mesura o en exceso, no importa. Para “evitar” los abusos, nos impone un marco legal, donde hay muchas restricciones (algunas correctas), pero muy poco de derechos y libertades (lo que de esto hay, es selectivo y discreto). Pero no todo es negativo (en apariencia), pues dentro de las oportunidades, hay mucho de donde sacar partida, pero, ¿por qué señalo “en apariencia”?. Veamos:

 

Una persona, en determinado momento hace algo que le reporta ganancias, en general buscará seguir haciendo lo mismo para seguir ganando. Con el tiempo, no importará si sus objetivos iniciales fueron rebasados, siempre tendrá nuevos y más altos objetivos, como si su existencia fuera a ser eterna de modo que pudiera gastar todo lo que ha acumulado. Los excedentes económicos ya no servirán para satisfacer sus necesidades básicas y complementarias, sino servirán casi en exclusiva para seguir acumulando riqueza y con esta, poder. La vehemencia por la acumulación de poder y riqueza se convierte en una enfermedad casi incurable. Los límites sociales y legales para alcanzar los nuevos objetivos van dejando de ser importantes porque se va perdiendo la consciencia humana y la misma acumulación va facilitando darle la vuelta al marco legal o inclusive, modificar dicho marco a conveniencia.

 

Toda ganancia siempre va acompañada de una pérdida. Así, cuando los europeos colonizaron América o zonas de África, protagonizaron la extinción de miles de especies animales y vegetales, todo en pos de fama y frivolidad, o en pos de edificar importantes riquezas económicas personales, mismas que lejos de representar un bien equivalente al mal producido, han financiado otros males aún mayores, si no en magnitud, sí en extensión. En la actualidad, esa misma irracionalidad, manifiesta igual o de formas diferentes, sigue poniendo en riesgo el ecosistema, sigue preferenciando lo económico y lo comercial sobre lo humanístico y natural.

 

El Sistema ha patentado una forma de ver la vida que radica en el éxito, pero el éxito es dependiente del triunfo, en cualquier actividad humana sea física o mental. Desde una perspectiva donde existen límites sobre las formas de obtener el triunfo, esta concepción suena coherente con la naturaleza humana, pero si estos límites se pueden transgredir y quedar impune tiene una alta probabilidad de éxito, el resultado es generalmente nocivo para el conjunto de la sociedad. Cuando los poderosos tienen a su servicio las instancias para obtener lo que quieren y para no ser descubiertos ni castigados por el marco legal, o cuando pueden cambiar dicho marco a su conveniencia, pueden hacer cualquier cosa para mantener sus privilegios. Para el Sistema no importa la forma de obtener el éxito, sino obtenerlo y expresarlo públicamente para ser ensalzado. Al exitoso, la sociedad lo respeta y lo sigue (eso nos enseñan); es un ejemplo a seguir. Ganar se convierte en el principal objetivo de vida cuando las necesidades básicas has sido satisfechas o como una forma de asegurarse de que siempre lo estén. La búsqueda del reconocimiento público a través del éxito, se convierte en una obsesión personal. La búsqueda de fama y dinero en todos los niveles es la búsqueda de satisfacer las necesidades secundarias y terciarias que el Sistema establece; placer, poder, impunidad, comodidad, predominio, liderazgo, etc., nada tienen que ver con el desarrollo humano individual y mucho menos el social.

 

Esos mismos límites que para los poderosos no representan obstáculo alguno, se mantienen y se hacen efectivos para el resto de la población. Todo aquél que obre fuera de ellos, será señalado, perseguido y castigado. Por ejemplo, si un grupo social se organiza para protestar por lo que piensa es una injusticia, haciendo un plantón o llevando a cabo una manifestación pública, el Estado, en pleno uso de sus facultades legales, lo reprimirá y disolverá en la primera oportunidad; la opinión pública se centrará en los perjuicios sociales de la acción de protesta y perderá la visión sobre el origen de la protesta, que es la injusticia. El problema pasa de ser la búsqueda de la justicia, a ser la no trasgresión del marco legal, es decir, el Sistema se encarga de que la población perciba que es más importante reprimir la protesta si esta transgrede la normatividad legal, que la falta de atención del Estado para la solución de la injusticia social.

 

Los límites que regulen la conducta de las personas en su búsqueda por alcanzar sus realizaciones personales, económicas, profesionales, etc., sólo pueden estar basados en el respeto a los derechos de los demás y seguir esta línea, sólo es posible con una consciencia humana evolucionada, es decir, los límites los establecen los principios de cada persona o grupo donde el respeto a esos principios se dicta por convicción objetiva y no por normatividad legal. Para que esto funcione, sólo un nivel de consciencia humana acorde con la integridad social, es efectivo. Entonces el Estado, antes de preocuparse por establecer leyes escritas y perseguir a los transgresores, debe abocarse a garantizar el desarrollo de la consciencia social que permita la convivencia de las personas en un marco de respeto. Esto es, un Estado de transición desde una perspectiva sistémica, hacia una humanística a costa de su eventual desaparición.

 

Pero la transición no es dependiente en exclusiva de un Estado de transición, es sólo un camino, pues no quiere decir que el cambio necesite forzosamente la intervención del Estado, pues este puede igual desaparecer sin convertirse bajo la presión de una masa social liberada del Sistema. La intervención del Estado es deseable para que el cambio se realice más rápidamente, pero no es indispensable y existe un riesgo: que los gobernantes, los que llevan las riendas del Estado de transición, cedan ante las presiones sistémicas y las ambiciones de poder, dando como resultado una transición eterna que nunca se concrete por no llevar el proceso a la desaparición del Estado. Es por ello, que dichos gobernantes deben ser personas liberadas del Sistema y con una consciencia desarrollada para que la intervención del Estado no resulte contraproducente, tal como lo fue en el Comunismo.

 

Pero cómo hacer que el esqueleto del Sistema, el brazo ejecutor del mismo, que es el Estado, se convierta en su verdugo. Un Estado suicida que busque la desaparición del Sistema con todos sus vicios e incongruencias, sólo es posible si dicho Estado, ha sido curado de esos vicios e incongruencias. La única forma de lograr esto, es que quienes gobiernan desde el Estado, se hayan liberado y formen una masa crítica dentro del mismo para hacer que todos los demás se liberen. Primero, que los liberados tengan acceso al control de una parte importante del Estado; luego que fortalezcan esa presencia hasta que la conciencia predomine en la toma de decisiones; finalmente, reproducir esa consciencia con los medios del Estado hacia el exterior, hacia la sociedad subyacente, mediante una verdadera democracia y a través de hacer que las nuevas leyes sean efectivamente instrumentos en beneficio común, no sólo de ciertos grupos o para destinatarios con ciertas condiciones socio políticas.

 

...

 

La energía y el agua

 

Los dueños del mundo, los que toman las decisiones por nosotros, requieren para mantener al resto de la población alejada de las pugnas por el poder, tres elementos básicos: 1) el control de la energía; 2) el control de los satisfactores básico, y; 3) el control de la tecnología. Con estos tres elementos, no sólo restan posibilidades a otros grupos en la lucha por el poder, sino que también les permite mantener el control de los pueblos del mundo. El gran aliado de estos grupos de poder, es sin más, el Sistema. Para ello, ya hemos visto cómo presentan al Sistema como la mejor forma de vida civilizada que “la humanidad pensante” ha inventado para garantizar su bienestar. No existe un argumento en contra del Sistema en su conjunto, tan sólo en sus deficiencias, las cuales se presentan como problemas con solución. Es más, cualquier argumento que ponga el dedo en la llaga, más que concienciar, ofende y escandaliza a la población dogmatizada, es decir, al 99.99% del mundo occidental. Otro problema en denunciar al Sistema, es que el lector carente de consciencia, no lo entiende. Para que logre entenderlo, necesitaría librarse de los dogmas del Sistema, arrancar de raíz lo que hoy, representa aquello que “garantiza” su seguridad.

 

De cualquier forma, que no se entiendan muchas cosas, no es pretexto para no decirlas. Los dueños del mundo saben que su poder está en permanente amenaza y, si la toma de consciencia se llega a dar, su fin no tiene salvación. Tener el control de los satisfactores básico, es una de sus prioridades, de la cual depende en gran medida que la toma de consciencia de la gente no represente su caída; tomar el control de los alimentos, del agua, del aire, etc., es algo que se ha ido gestando gracias a la tecnología y a la economía de mercado, pero aún están lejos de concretar su control total. Sin embargo, los alimentos sin agua, no son viables, por lo que si controlan el agua, controlarán todo que a ella se asocia.

 

Bajo el pretexto de la escasez, se empieza a gestar una normatividad a nivel mundial sobre la explotación y uso del agua. Sin embargo esta normatividad no tiene como objetivo ayudar a preservar el recurso, como así se presenta, sino apoderarse de su control. La forma de concretar este control, es mediante la inversión en mega proyectos desde la iniciativa privada.

 

Por el lado de la energía, se pretende de igual manera su control, tanto por razones económicas como por razones de control social, tecnológico y político. Los países con un Estado débil y con un territorio que cuenta con recursos energéticos, están en la mira de los inversionistas internacionales. Para ello, argumentan que el desarrollo de la tecnología que asegure la distribución de la energía, requiere de la inversión privada. No es casualidad que sea exactamente el mismo argumento que esgrimen para el caso del agua.

 

Respecto a la tecnología, ya la tienen. Se han adueñado no sólo de las tecnologías más críticas sino de los canales para que cualquier nueva tecnología vaya a parar a sus manos si es que dicha tecnología quiere desarrollarse y mantenerse. Este recurso que es el producto de la inteligencia humana, ya lo hemos perdido. Imaginemos el mundo cuando hayamos perdido por completo el control sobre el agua y sobre la energía. ¿qué hombre o grupo tendrá la capacidad para oponerse a los poderosos? ¿quién si no los poderosos podrá cambiar al mundo? ¿quiénes serán los únicos que decidan sobre el rumbo de la humanidad?

 

...

 

La ecología

 

La ecología es el garante de la economía. Obviamente, los economistas al servicio de los intereses económicos de los inversionistas y de los Estados, realizan su trabajo sin la menor idea de lo que esto significa. La escuela económica de Milton Freedman, predominante en nuestro tiempo, además de ser una de las teorías más inhumanas y aberrantes de la historia de la humanidad, está completamente alejada del ecologismo. Esta irracionalidad y falta de seso, redundará en el futuro en el agotamiento de los recursos indispensables para mantener un aparato productivo dirigido hacia la ganancia económica y al consumo en masa. Pero eso no es lo que desde mi punto de vista resulta digno de tratarse, sino el impacto ecológico que este modelo está ocasionando. Miles de hectáreas de bosque están siendo afectadas y arrasadas, con consecuencias a nivel global de difícil predicción; cambios de clima que ocasionarán un notable incremento de la hambruna en el mundo; miles de millones de galones de agua, mantos acuíferos y océanos que no pueden continuar su delicado ciclo debido a los contaminantes que los inundan; cientos de especies animales y vegetales que son una riqueza inconmensurable, están siendo objeto de la extinción, alterando los ciclos naturales de vida del globo terráqueo. Todo en pos de mantener un Sistema caduco y decadente, a pesar de los impresionantes avances tecnológicos, en manos claro, de los inversores, pero cuyo impacto negativo ocurre con mayor frecuencia y más rápido, que la tecnología necesaria para revertirse. El Sistema está cavando su propia tumba pero tal situación no me alegra, porque en el camino se encuentra a la humanidad misma. Los organismos internacionales están adoptando modelos llamados de “desarrollo sustentable”, como una medida de evitar las consecuencias dañinas de lo que el mundo sistematizado llama “el costo del progreso”, pero estos modelos y las políticas de ellos se desprenden no son ni serán capaces jamás de cumplir su cometido, sólo de retrasar el inevitable final. La razón es muy simple y es que como siempre, se puede tocar todo, menos la raíz del problema, es decir, al Sistema.

 

Tanto la escuela económica de Freedman, como los programas de desarrollo sustentable, son claras muestras de la casi inmovilidad del Sistema a través de los siglos en muchos sentidos. Si bien, las teorías económicas de este economista son consideradas vanguardistas, no representan más que la sistematización,  axiomatización y fine tune de prácticas y conceptos desarrollados desde una de las primeras civilizaciones. En Sumer, la existencia de un Estado poderoso, dentro de una civilización (organización de seres con relaciones complejas, comercio completamente desarrollado, cultura, sociedad dividida por actividad, herencia y posibilidad económica inmerso en un ambiente urbano), sólo es explicable si la práctica económica producto del comercio, el gobierno y la cultura, se encuentra en una etapa de desarrollo elevada. Freedman agrega algunos elementos producto del desarrollo de las entidades productivas, su cultura y su dinamismo, para teorizar esquemáticamente lo mismo que se sabía hace 5,000 años. Por el lado de los programas de desarrollo sustentable, la inmovilidad del Sistema se refleja en que hemos tardado miles de años en hacer consciencia de algo que desde el principio, era evidente a primera vista; sólo cuando la lumbre nos empieza a llegar a los aparejos, es que ponemos atención a la realidad ecológica.

 

La protección de la ecología y por ende, de la vida en el planeta, tiene que iniciar con la conscientización de la población mundial, porque de otra manera, esta protección seguirá dirigida desde y hacia la protección primero de los intereses económicos de los poderosos. La liberación de la consciencia es la parte medular del proteccionismo ecológico, porque este requiere la abolición del Sistema. No hay nada más claro que esto.

 

Sin embargo, nos dicen que basta con la toma de conciencia ecológica (es decir, no del todo integrada a la consciencia humana del individuo en sus libertades) y con poner atención, tecnología y recursos en la solución de los problemas más evidentes que perturban el equilibrio ecológico. Esto no es cierto, por ejemplo, para resolver el problema de la basura, se induce la toma de conciencia sobre los males que esta provoca, luego se adoptan políticas para reducir la cantidad de basura que se tira en las calles o la que se acumula en los alrededores de la mancha urbana, luego hacen más eficiente la recolección de la basura y la clasifican para reciclar lo que se puede reciclar; si hay sobrantes que no son reutilizables, se cavan hoyos en la tierra para arrojarlos ahí o se incineran, y de acuerdo al objetivo inicial, se dice que el problema se ha resuelto. ¿en verdad se resolvió el problema? ¿en qué parte de la solución se pensó en la no generación de basura? ¿en qué parte se consideró a los productores para que desarrollen otro tipo de contenedores? ¿en qué parte se consideró que los desechos enterrados no contaminaran la tierra circundante y los mantos acuíferos subterráneos o la atmósfera al incinerarlos? ¿en qué parte se hizo conciencia sobre el desperdicio excesivo del consumidor? ¿en qué parte se consideró la contaminación que involucra la recolección, almacenamiento y reciclaje de la basura?. Es obvio que por ser estas cuestiones en su mayoría perjudiciales para mantener el equilibrio económico de los inversores, ni siquiera se ponen sobre la mesa de discusión, salvo cuando son demasiado obvias, y aún así, se defienden a capa y espada con el mismo viejo cuento de que ellas son el garante del progreso. Las soluciones, consciente o inconscientemente, empiezan a diseñarse a partir de donde se presenta el impacto, no a partir de su raíz. Algunos ingenieros logran salirse de esa lógica de pensamiento y han desarrollado soluciones verdaderas, como los bolígrafos ecológicos que al terminarse se siembran y sirven de abono orgánico para la nueva planta que de ahí nace.

 

Pero el problema no son las grandes empresas que, debido a su escala, por obvias razones son las que más daño causan a la ecología. El problema es lo que las mueve, es decir, la ganancia económica. Un mundo lleno de grandes empresas bien podría evitar el deterioro ecológico o en su defecto, revertir los daños en un tiempo aceptable, si su primicia no fuera de origen monetario en el sentido pérdida / ganancia, sino social bajo la perspectiva global, es decir, no solo tomando en cuenta el impacto ambiental de los productos y servicios, su distribución y consumo, sino también los procesos involucrados en su  producción. Sin embargo, el Sistema impide que una empresa social pueda tener éxito en la mayoría de los ramos industriales y comerciales, no importa si opera bajo un régimen liberal o bajo un régimen protegido, porque una empresa con esta característica deja de ser competitiva económicamente frente a sus similares que tengan un objetivo principalmente económico. La tesis de Milton Freedman no es otra cosa que decir: “para ser exitoso hay que tomar todas las ventajas que ofrece el mercado sin importar los aspectos colaterales, porque estos son externos al negocio”, es decir, los que no aportan valor, lo que muchas empresas llevan al extremo al violentar incluso las leyes. Un ejemplo claro es la General Electric, para la cual no importan ni leyes, ni moral ni nada con tal de acrecentar el valor de la inversión de los accionistas. Esto tiene su origen en la educación que reciben los futuros directores financieros de las empresas, a los que se les enseña, como regla inapelable, que su principal misión, de la cual se desprenderá su posterior evaluación, es la de hacer lo necesario para incrementar el valor de las acciones de los inversionistas. No hace falta ser un genio para deducir el resultado que esta máxima provoca tanto a nivel social como a nivel económico y ambiental. Ante un régimen protegido, el deterioro de la competitividad, el caso omiso al impacto ambiental, el monopolio y la pérdida de la innovación; en un régimen liberal, la violación de las leyes ambientales, la sobre explotación de los recursos y los empleados, la sangría del sector social y la búsqueda de la escala para agobiar la sana competencia.

 

La humanidad debería entrar en el debate entre las supuestas ventajas y las claras desventajas de las grandes empresas privadas, pero el debate no se da porque existe el temor de que sin estas empresas y el capital que manejan, el progreso y bienestar se vería amenazado. Se analiza desde el punto de vista de la certeza que da un Sistema basado en el comercio para satisfacer las necesidades de la población, y se deja de lado el análisis que pone en entredicho al Sistema mismo, es decir, bajo el marco de referencia del Sistema, el resultado siempre será a favor de la iniciativa privada; para ver la realidad sin sesgo y sin vicios, es necesario cambiar el marco de referencia, cosa por ahora sólo posible en el ámbito mental (ideológico, filosófico, teórico, etc.).

 

...

 

El sobrecalentamiento y la contaminación

 

El sobrecalentamiento de la Tierra, tiene su principal origen en la emisión de dióxido de carbono a la atmósfera, producto de la actividad industrial y del transporte vehicular. Las empresas que dominan la venta de hidrocarburos, representan un gigante que mueve miles de millones de dólares anuales, con lo cual ejercen fuertes presiones a los gobiernos de los países y a la industria dependiente de estos energéticos, que van encaminadas a mantener e incrementar dicha dependencia en el uso de hidrocarburos como fuente de energía. Aunque están demostrados los efectos negativos que la combustión ejerce sobre el clima de la Tierra, estas empresas parecen decididas a continuar con su política expansionista hasta agotar las reservas petroleras mundiales con dos objetivos básicos: 1) que los precios se incrementen exorbitantemente cuando llegue la carestía, y; 2) desanimar la utilización de otras fuentes de energía obstaculizando los avances en el área. El primer objetivo busca alcanzar una acumulación monetaria sin precedentes y seguir manteniendo su poder de injerencia dentro de los Estados y las empresas dependientes. En tanto el segundo objetivo, busca que antes que la investigación y desarrollo tecnológico haga viable la utilización de otras fuentes de energía, se llegue al punto de agotamiento de las reservas de hidrocarburos.

 

Sin embargo, el tiempo de agotamiento de las reservas probadas de hidrocarburos excede el tiempo que la Tierra puede absorber y equilibrar los cambios climáticos debidos al incremento de CO2. Pero esto a los inversionistas no les interesa; el Sistema se mueve por encima de los intereses generales predominando los intereses económicos. Esto mismo sucede con infinidad de tecnologías contaminantes del aire, la tierra y el agua, con consecuencias extremadamente dañinas no del todo previstas. En el pináculo de la estupidez humana, no se admite la quiebra de una empresa transnacional no obstante los perjuicios, muchas veces irreversibles, sobre la vida animal y vegetal del planeta.

 

Antes que las reservas de hidrocarburos llegue al punto de agotamiento, el planeta habrá experimentado cambios climáticos que, financieramente hablando, causarán más pérdidas que la quiebra de las empresas que dominan el negocio. Si a estas pérdidas sumamos lo más importante, es decir, los perjuicios sobre el equilibrio vital del hábitat, las pérdidas totales son inaceptables. Los inversores lo saben, pero en un mundo donde manda el capital, prefieren el sacrificio global que el propio. A estas alturas de deterioro ambiental, quienes insisten, por razones económicas, en la utilización de tecnologías contaminantes, deben ser considerados como seres irracionales, enfermos y principales responsables de los daños al equilibrio ambiental.

 

Sin embargo, sólo la muerte del Sistema permitiría detener de tajo a estos elementos nocivos. De otra forma, no importa la velocidad permisible de los cambios positivos, la humanidad no tendrá la capacidad de revertir a tiempo las consecuencias nefastas de la contaminación. En este sentido, la humanidad tiene dos alternativas para la salvación: 1) una catástrofe mundial que reviente los sistemas de seguridad de los Estados del mundo haciendo inoperantes los controles del Sistema, o; 2) el derrocamiento y abolición del Sistema por parte de la población.

 

Lo más probable, de acuerdo a las tendencias actuales y al asfixiante control del Sistema sobre las mentes de las personas, es que ocurra lo primero, ya sea por fenómenos ajenos al control humano, por fenómenos causados por la humanidad o, lo más probable, una combinación de ambos tipos de fenómenos.

 

Se ha calculado que para el año 2100, si se mantiene el ritmo de incremento de temperatura, el 80% de la vida tal como la conocemos, perecerá bajo el influjo de las altas temperaturas y otros fenómenos climáticos asociados con estas. Pero si sumamos al incremento de temperaturas, los efectos que otros tipos de contaminación ocasionan, para el año 2050, la humanidad estará en la disyuntiva de cambiar todos sus paradigmas y enterrar al Sistema, o perecer en pocos años bajo su propia estupidez.

 

Hay que señalar que ese tiempo se ha extendido gracias a la tecnología, ya que con el nivel de densidad de población y con la contaminación de los mantos acuíferos superficiales, la humanidad desde hace años hubiera tenido serias dificultades para continuar con su tan elogiado “progreso”. Por ejemplo, la Ciudad de México, la más poblada del mundo, se asienta en una meseta a más de 2000 metros sobre el nivel del mar y está rodeada de montañas, sin la tecnología para extraer agua del subsuelo y otras tecnologías para hacer subir agua de los mantos acuíferos superficiales, esta Ciudad habría dejado de ser viable desde que sus ríos fueron usados como drenajes para expulsar los desechos industriales y de toda índole. Las tecnologías que la mantienen viva son, por otro lado, partícipes de otras consecuencias nocivas que no se reflejan en el corto plazo, pero que están provocando daños que en el mediano y largo plazo tendrán repercusiones muy serias sobre el entorno que rodea a la Ciudad y sobre su misma población. Es bien sabido que esos ríos de desechos, van a alimentar campos donde se cultiva una buena parte de los alimentos que se comercializan en la Ciudad, lo cual provoca el incremento de padecimientos degenerativos y mortales como el cáncer entre la población, aunado esto al daño ocasionado a las tierras de cultivo, las cuales pueden tardar más de cien años en recuperar sus condiciones para una agricultura sana.

 

Pero ya vienen los esquizofrénicos defensores del medio ambiente presionando para que se legisle a favor de los no fumadores. Es correcto defender estos principios de salud, pero es increíblemente estúpido hacerlo antes o al menos no hacerlo al mismo tiempo que se defienden otros principios mucho más importantes y, aunque quizá sean menos notorios en el corto plazo, en el largo plazo son más letales. Es como exigir se atienda médicamente a un enfermo por una cortada en la mano, que se puede gangrenar, sin exigir que se le atienda de un cáncer que tarde o temprano lo va a matar. Y no lo hacen porque eso representa, para tener éxito, necesariamente ir contra el Sistema. Organizaciones como Green Peace, se deshacen por tratar de evitar la caza de ballenas pero no obtendrán los resultados esperados porque atacan al fruto del árbol contaminado y no a la raíz, que es, netamente económica, es decir, sistémica (la razón de la economía sobre la razón del equilibrio de vida). Una persona que fuma en exceso, contamina 1000 veces más con su vehículo si lo utiliza 2 horas al día. Tal parece que se piensa que las emisiones al aire libre van a desaparecer por sí solas. Pero lo peor no queda en las emisiones, desde la fabricación del automóvil se contamina aire, tierra y agua, desde la fabricación de los metales y plásticos que lo conforman, hasta las baterías, llantas y agregados, los cuales también contaminan al momento de desecharlos.

 

Luego vienen los defensores de la civilización y lo más inteligente que se les ocurre decir es que “es el costo que hay que pagar por el progreso”. Se necesita tener heces fecales en la cabeza para defender la irracionalidad con frases tan estúpidas. La situación no se entiende o si se entiende no se actúa porque se cree que todo radica en un problema económico ligado al bienestar y que la tecnología nos va librar de todos los errores y de todos los males, cuando el verdadero problema es de cultura que se remite a un problema de consciencia de especie (obnubilada por el Sistema).

 

...

 

El caso Juárez

 

Juárez, como un indígena nacido en la colonia Española de la Nueva España, vive en carne propia la discriminación racial y de condición de clase. Tiene la oportunidad de elegir entre estudiar en un seminario católico o en la Escuela de Ciencias y Artes. Se decide por esta última al comprobar que por el lado religioso, si bien se declaraba una igualdad humana teológica, en los hechos, sobre los derechos sociales y políticos de la sociedad, no aplicaba. Su razón y su error se sustentan en una fe ciega en un marco legal llevado al pie de la letra. Si esto fuera posible en todos los casos, el Sistema sería un sistema mucho más adecuado para el desarrollo de la humanidad.

 

Sin embargo, esta condición de apego a la legalidad, a lo largo de la historia de los pueblos, se ha dado en casos contados. Predomina siempre el interés personal y de grupo por sobre el interés general. Aún así, este Sistema no es capaz de establecer las condiciones necesarias para lograr la igualdad real entre todos los seres humanos, simplemente porque si bien el gobierno se apegue a la ley, el liberalismo social sustentado en la libertad, tarde o temprano terminará por corromper la estructura del Estado hacia condiciones de conveniencia de grupos. La ley se convierte en letra muerta y en elemento de negociación donde se aplica en un sentido contra la competencia social desde abajo, y en otro sentido para beneficiar a los que se han colocado arriba en la escala social. La falla está precisamente en que el Sistema no garantiza, vaya, ni siquiera promueve una consciencia social que haga funcionar en la mayoría de los casos, un sistema de libertades individuales igualitarias. Para que un sistema tal como lo concebía Juárez funcionara, sería indispensable que los gobiernos en turno, tuvieran precisamente la misma consciencia de Juárez.

 

Sin consciencia humana no hay libertad que perdure; sin la libertad consciente enmarcada en el respeto y el apego a una normatividad de igualdad integral, no hay igualdad; sin la igualdad social no puede haber justicia; sin justicia, no puede haber desarrollo integral humano en el grueso de la población, y; sin desarrollo integral, es muy difícil que haya consciencia humana. Tenemos entonces el círculo vicioso que aplica al Sistema que rige al mundo. Esta es la máxima incongruencia del Sistema.

 

...

 

La verdad del arte

 

El arte es una verdad absoluta pues prevalece como tal en todo tiempo y lugar. Es por eso que, como bien dijo Picasso, “el arte no evoluciona”. El arte se descubre y redescubre, y quien hace arte, no crea el arte sino la forma de descubrirle; lo extrae del lugar oculto donde permanecía. Así, el escultor que talla la piedra, no hace más que quitar aquello que mantenía oculta la obra. Entre más entendimiento tiene el artista para extraer ya sea de las palabras, de las piedras, del metal, de un lienzo, etc., lo que puede contener dentro, mejor será la manifestación a nuestros sentidos de tal descubrimiento. Un bloque de piedra, puede contener miles de millones de piezas artísticas dentro de sí, unas más bellas que otras, unas más evocativas que otras, pero indistintamente, si se logra conformar el conjunto armónicamente, se puede descubrir una de esas piezas de arte. En este sentido, el principal y más grande artista, es la naturaleza.

 

...

 

El verdadero enemigo

 

Desde una perspectiva global, como humanidad, no hay un enemigo encarnado en una persona, es decir, los inversores, los malos gobernantes (¿hay buenos?), los líderes sindicales corruptos, los ladrones, los asesinos, los destructores del ecosistema y todos aquellos que de una o de otra forma dañan a la especie, en el fondo no son los verdaderos enemigos de la humanidad, sino que también son víctimas del Sistema, porque dentro de la infinita amalgama de posibilidades de desarrollo, esos mismos seres, pudieron haber sido casi cualquier otra cosa, menos lo que son. Sus actividades contrarias a la preservación de la especie, se deben más que nada a las circunstancias de vida que tuvieron, al Sistema y a la estupidez. Un ser estúpido, sometido a la influencia negativa del Sistema (una ideología basada en el poder y la dominación aunada a una serie de principios y valores trasgiversados) y llevado por las circunstancias a una posición donde siente que su seguridad tiene que ver con determinados actos, muy probablemente, por ser estúpido, terminará llevando a cabo esos actos sin pensar o sin importarle que con ellos está perjudicando a sus semejantes, porque además ni siquiera los ve como tales. Ellos son las principales víctimas del Sistema que tanto protegen; han sido los especimenes humanos más débiles para resistirse a las luces que ofrece el Sistema. Ver las cosas desde esta perspectiva, me hizo inferir, como se estableció en el primer volumen, que el Sistema es una enfermedad que tiene contagiada a la mayor parte de la gente de este planeta.

 

Sin embargo, hay una esperanza respecto a los que están enfermos por el poder y la riqueza, y es que han formado grupos interdisciplinarios para conseguir sus fines, tan profesionales y tan meticulosos, que tarde o temprano terminarán por recomendar el fin del Sistema porque en caso contrario la destrucción terminará por llevarse todo al arroyo, y decir todo es todo, a la especie misma. Lo lamentable es que para que estos consejeros se den cuenta o se atrevan a decir la verdad, es que pueden pasar todavía muchas generaciones o que se llegue al punto del no retorno, donde ya de nada serviría. Esta obra, que más que obra es una llamada de alerta, tiene por objetivo, como ya se ha dicho, que el cambio llegue a tiempo a través de una medicina llamada razón. Pero como no todo depende de la razón, se plantea este otro texto.

 

...

 

De extraterrestres:

 

La concepción agregada artificialmente a los posibles extraterrestres, que de existir, visiten nuestro planeta, es además de errónea, tendenciosa y comparativa al espíritu humano de conquista y dominio por la fuerza, totalmente absurda. Veamos: si una civilización hipotética llegara a adquirir tal conocimiento y tecnología para realizar lo que para nosotros es técnicamente imposible, es decir,  viajar en breves espacios de tiempo a través de distancias inconmensurables, sólo sería posible hacerlo a una velocidad muy superior a la velocidad de la luz, lo que aporta el principal argumento para negar a estas supuestas apariciones, sería absurdo pensar que con este nivel de desarrollo se encontraran atrapados en un Sistema como es nuestro caso. No es posible. El desarrollo que depende de la evolución, necesita de un ambiente propicio para alcanzar dicha evolución y dicho desarrollo. Es así que una civilización como la nuestra, bajo el presente esquema, no puede aspirar a elevarse por encima de las limitaciones que impone una hazaña de tal envergadura; somos aborígenes (en el sentido de desarrollo tecnológico y cultural) respecto a una sociedad verdaderamente evolucionada. Dicho de otra forma: a causa directa de la influencia retrógrada del Sistema sobre nuestras vidas y formas de organización, no podemos aspirar a trascender más allá de ciertos niveles de conocimiento y desarrollo en general, por lo que el dominio de nuestro entorno próximo en el Universo, fuera de nuestro planeta, es imposible.

 

Entonces, volviendo a un hipotético extraterreno, que venga con intención de conquistar y dominar por la fuerza a nuestra sociedad, es un absurdo que nace de la percepción errónea y notoriamente viciada de que el desarrollo y superioridad de tal ser proviene de un proceso similar al nuestro (un Sistema extraterreno) pero con más tiempo de exposición al mismo, es decir, más avanzado históricamente. También se liga con la idea de que si existen, deben pensar y sentir igual que nosotros, o sea, que también son ambiciosos, corruptos, con una consciencia decadente tendiente a la destrucción irresponsable. La verdad es que este modelo no es aplicable a una civilización de alto desarrollo, pues de ser así, jamás lo habrían alcanzado por esa misma contraposición evolutiva que nosotros, sin embargo, sí padecemos.

 

Entonces ideas como las que exponen “La Guerra de los Mundos”, la “Guerra de las Galaxias”, etc., no pueden ser racionalmente admitidas. Aunque algunos podrán argumentar que es el mismo caso de la conquista de América, donde una sociedad menos avanzada en lo que se refiere a la consciencia, pero más desarrollada en lo tecnológico, llegó y por la fuerza se impuso a la sociedad prehispánica, la cual a duras penas estaba transitando desde la edad de piedra, hasta la de bronce. El argumento, aunque suena lógico y extrapolable a la realidad actual, no lo es dentro de una realidad donde se manifestasen seres de otros mundos, por la sencilla razón que el gradiente tecnológico en muy diferente entre las sociedades locales y las hipotéticas sociedades extraterrestres respecto a nosotros, es la última frontera, no un paso más; representa el círculo completo. Pero más aún, a que en tiempos de las conquistas de los siglos pasados, la humanidad no tenía el poder tecnológico bélico para destruir la vida en amplias regiones del planeta, hasta llegar a la posibilidad de extinguir toda forma de vida sobre la Tierra. Si nuestra civilización tuviera el poder de visitar otros mundos en actitud bélica sobre sociedades menos evolucionadas, antes de lograr tal hazaña, un poder tan grande en manos de una consciencia tan pobre, redundaría en su propia aniquilación. No creo que una sociedad extraterrena sea un niño con una pistola. Pero no conceda por conceder y vayamos a hacer un ejercicio a este respecto.

 

Concedamos que existen otras civilizaciones en el Universo (por estadística y probabilidad podríamos concluir que es así), y que dentro de este mosaico existen algunas que son lo suficientemente avanzadas para trasladarse de un mundo a otro en relativamente poco tiempo. Si estas civilizaciones dependieran de un modelo social basado en políticas comerciales ¿qué les podría interesar de una sociedad atrasada como la nuestra, si tendrían a su alcance otros mundos de su mismo nivel con quienes comerciar? Respecto a los recursos naturales, ¿qué interés podrían tener en un planeta en particular como el nuestro si tendrían a su alcance miles de millones de otros mundos de donde extraer recursos? Con una tecnología así, el entorno deja de ser cerrado y se ofrece infinito en recursos. Sólo si la base de su sociedad no fuera basada en lo comercial, hallarían interés en nuestro mundo, ya sea científico, social, etc., de tal modo que los ideales de conquista, extracción de riquezas y dominio dejan de tener sentido. Por un lado, si una civilización avanzada está acompañada de otras similares, el poder de destrucción hace inviable su permanencia por mucho tiempo cuando se pelea por recursos finitos y escasos, lo que no es tal por la inmensidad del Cosmos, entonces no tiene sentido la violencia. Por otro lado, una supuesta disputa sería en base a los recursos tecnológicos, de tal forma que no es lógico tratar de quitarle un dulce a un niño si se es dueño de la fábrica, y quien pretende apropiarse de una tecnología más avanzada, encontraría un muro infranqueable dada su misma limitación. No, una sociedad avanzada, posee y comparte la tecnología antes de guardarla o pelear por ella, pero la comparte con sociedades que están preparadas y son lo suficientemente maduras para manejarla, es decir, que no se basan en políticas comerciales, porque sólo una sociedad que ame lo que le rodea, puede acceder a un poder trascendental sin autoaniquilarse, y sólo una sociedad en equilibrio entre lo espiritual y lo material, entre lo científico y lo emocional, entre conocimiento y consciencia, puede trascender su nivel de desarrollo social sin consecuencias negativas. De cualquier forma, la única explicación razonable de un hecho de agresión de una especie más evolucionada a la nuestra, sería la que gira en torno a un “ajuste de cuentas”, “cobro de factura” o “para detener el daño” en base al deterioro irreparable de una parte del Universo, o aquella de origen justiciero, más ligada a una concepción religiosa.

 

...

 

Una esperanza

 

Se percibe un miedo invencible a terminar con el Sistema que nos gobierna. Desde la mente, la gente siente angustia, inseguridad y temor, a acabar con algo que por siglos ha regido la cosmovisión humana, y es lógico, porque el Sistema es el único punto de referencia social. La gente no está en capacidad de generar otro punto de referencia porque esa capacidad ha sido extirpada por el Sistema, y sólo mediante la consciencia liberada podrá recuperarla, pero hay una falta de fe síntoma de la no liberación. El sentimiento de no querer por no ver el beneficio en el despertar de la consciencia, se convierte en un círculo vicioso: no creer que podemos cambiar nuestro destino o que creer que ni siquiera es necesario, conduce a la falta de fe en la potencialidad humana, que deriva en la pérdida de la voluntad por el cambio interno y, sin dicho cambio, no es posible cambiar nada a favor de la especie. Es triste, pero de seguir esta tendencia, no hay más camino que la destrucción y el fin de la especie atrapada en sus propias estupideces de codicia, poder y riqueza. Si la democracia sobre esto termina por imponerse, donde la mayoría no crea que hay que cambiar o no quiera hacerlo por temor, como así parece indicarlo la respuesta a este análisis, no hay mucho más que se pueda hacer, cuando el problema de fondo es un problema de consciencia y esta, se resiste a pesar de tener la verdad frente a si... el que por su gusto muere.... Pero lo más triste, es que hay miles o millones de seres que sí querrían despertar su consciencia, pero que no tendrán acceso a los elementos que se los permita o siquiera se los sugiera.

 

El mensaje para aquellos, que han sido lo suficientemente humildes y valerosos para iniciar su cambio interno, es que no cabe el desaliento por no llegar en el corto plazo a la masa crítica, porque a pesar de ello, existe un beneficio individual invaluable. Este fenómeno también permite conservar la esperanza de que si no se da en esta generación, puede madurar y crecer en las próximas, si antes no llegamos a la autodestrucción.

 

...

 

Pobreza

 

Alguien con su maestría en economía decía,  que la única manera de acabar con la pobreza, es creando riqueza. Una verdad a medias, o nula, porque la creación de riqueza no sirve para tal fin sencillamente porque en este Sistema no se crea riqueza para distribuirla, sino para acumularla. La riqueza está presente en muchas partes y, sin embargo, la pobreza avanza. La realidad es que para acabar con la pobreza, es necesaria la generación de riqueza, pero es indispensable su distribución equitativa. Yo pregunto: ¿bajo este esquema económico alguien con los recursos suficientes está dispuesto a generar riqueza para distribuirla equitativamente?. Yo no conozco a nadie que invierta sino para acrecentar lo que ya tiene. Ya como válvula de escape ante las presiones sociales, ya como propaganda publicitaria tipo cortina de humo, ya como una forma para deducir impuestos o inclusive como negocio, los grandes capitales derraman parte de sus excedentes a las clases inferiores con bombo y platillo, bajo el esquema de las fundaciones de asistencia social, agencias organizadoras de juegos y sorteos, etc. Pero su impacto es raquítico en comparación con las necesidades crecientes de la población, ya que para generar estos excedentes, primero es necesario exprimir a las clases medias y bajas, es decir, generar pobreza ampliamente extendida, desde las sombras.

 

...

 

Grecia

 

Ya Platón, identificó la oscuridad que para el hombre representa el Sistema, y que ejemplifica claramente en su analogía de la caverna; liberarse de las cadenas del mundo material y su consecuente social como única forma para conocerse a sí mismo; ser o no ser, caminar hacia la luz del conocimiento por la vereda del mundo de las ideas, es decir, mediante el uso de la razón apoyada por la fuente de la creación ideológica para darle forma y sentido a todo aquello que alojamos en la memoria como catálogo de experiencias que, entre mayor sea el porcentaje contenido de piezas filosofales, mayor será la cercanía con la verdad. Lo de Platón, es una verdad que sin duda ha pasado las pruebas del lugar y del tiempo, o sea, una auténtica verdad. En cambio, Aristóteles, con su ética en mano, da al traste con el núcleo filosófico de Platón, pues sus teorías se contraponen con este, dando más importancia a lo social y por ende, a lo material; sitúa a la humanidad a ras de piso, mientras que Platón, intenta colocarla por encima atendiendo una espiritualidad individual, personal e indivisible subyacente en cada ser humano. Sobre la base filosófica de Aristóteles, es donde los filósofos posteriores sustentan sus teorías referentes a los fenómenos sociales. El mundo tal como lo conocemos en la actualidad, podemos decir que es más aristotélico que platónico, de ahí el efecto globalizador de la ignorancia y el acercamiento del ser humano a la superchería para explicar lo que ha permitido quede fuera de su alcance racional. Leonado da Vinci, expone simbólicamente esta dualidad Platón – Aristóteles en su famoso fresco XXXXX, adoptando él, la filosofía platónica al pintar su rostro en Platón y colocando el rostro de Rafael, en la persona de Aristóteles para indicar el acercamiento de este, a la filosofía aristotélica. En la pintura, se observa a Platón dando un paso hacia el frente, lo cual simboliza el movimiento, el avance; en tanto a Aristóteles, lo coloca en posición estática, sosteniendo su ética, simbolizando la inmovilidad y el estancamiento.

 

...

 

Las elección de gobernantes

 

“Si no votas, no puedes quejarte...”. Con esta sobradamente estúpida frase se intenta imponer el voto como una obligación moral y cívica de todo ciudadano. Pero veamos, en primer lugar, la mentada democracia, que no es tal:

 

¿quiénes la pidieron? ¿acaso fue la sociedad?

 

El sistema democrático fue una exigencia de grupos de intelectuales, que son una vergonzosa minoría (vergonzosa por minoría), con el objetivo, en ocasiones válido, de contrarrestar el autoritarismo y la imposición del gobierno, pero al final de cuentas, la instauración de este sistema resultó ser también una imposición para el resto de la población, que es la mayoría.

 

¿quiénes abogaron por ella como el remedio a los males sociales?

 

Abogaron por ella quienes sabían lo que representaba, lo que quiere decir democracia, es decir, no me refiero al pueblo sometido, pues este, a duras penas maneja una definición vaga del término.

 

¿quiénes finalmente la impusieron? ¿quiénes la financiaron?

 

La impusieron los gobernantes en acuerdo con las clases pudientes locales y los inversionistas extranjeros, auspiciados a su vez por el gobierno de los USA y organizaciones internacionales como el FMI y la OMC. Se financió, desde la parte operativa con los impuestos de todos (y a costa de la miseria de millones). Por la parte de coordinación y penetración ideológica, fue financiada por organismos y pensadores dependientes de la ONU. Todos estos actores, son quienes la diseñan, la limitan, la legislan, la idealizan, ponen las reglas y la controlan, que son tareas a las que el pueblo no tiene acceso. Entonces se trata de una democracia antidemocrática, es decir, tan atractiva y a la vez tan falsa como un Rolex de 200 USD.

 

Votar entonces no es una obligación ni moral, ni social, ni política si el sistema etiquetado como democracia, como vimos, no es el resultado de una exigencia pública general y además cuando ésta apunta hacia una forma refinada de engaño para acceder a un poder que se ejerce alejado de toda actitud democrática. Porque tampoco es cierto que una democracia empieza con la elección libre de los representantes de la nación en todos sus niveles, ya que sin plena consciencia social y política del electorado, sin equidad en la elección y sin una cultura democrática bien definida, una elección bajo estas condiciones, es el gran circo de nuestra época. Llamarle democracia a un sistema de elección de gobernantes que funciona exclusivamente por medio del voto libre y secreto, pero nada más, o es reflejo de ignorancia o es reflejo de complicidad con la clase gobernante.

 

Así mismo, dado que la verdadera democracia se perfecciona a sí misma y evoluciona por el efecto de la representatividad práctica e ideológica real y efectiva de los conscientemente bien elegidos representantes, mismos que están gobernados en los hechos por sus representados, cualquier otro modelo que no cumple con esta característica de reajuste por retroalimentación, no es una democracia auténtica.

 

¿qué moral me puede obligar a participar en un sistema mal hecho, mal llamado democrático y que sirve nada más a los poderosos?

 

¿qué condición social me obliga a legitimar un gobierno que no representa en los hechos mis intereses o a legitimar algo con lo que no estoy de acuerdo?

 

¿quién tiene la autoridad para negarme mi derecho a quejarme si las decisiones del gobierno me perjudican, haya yo votado o no?

 

Fuera del bagaje ideológico, la democracia que nos venden es del tipo: “¿Quién quieres que te gobierne? ¿Hitler o Stalin? Acuérdate que si no eliges, después no podrás quejarte cuando quien quede como tu representante te encarcele o te mate por opinar diferente”.

 

Después vienen otras frases que parecen estúpidas, aunque más bien son tramposas y que persiguen el mismo fin, como: “votar es un derecho y una obligación”, o es una cosa o es otra, pero por definición no puede ser ambas, ya que un derecho a elegir se ejerce solo si quien lo posee así lo quiere, por lo que no puede ser una obligación, pues en esta no hay elección; la trampa surge porque sí puede haber derechos que a su vez representen una obligación, como por ejemplo, el derecho a denunciar un mal contra la sociedad, puede ser también una obligación, o cuando la obligación de representar a una comunidad viene dada por el derecho a representarla. Un gobernante tiene la obligación de gobernar sólo cuando se le ha dado ese derecho. Aquí, derecho y obligación van de la mano. Mientras que una persona, puede abstenerse del derecho a elegir quién le patee el trasero. Aquí, el derecho no puede por ningún motivo ser una obligación.

 

La democracia actual, la falsa, intenta por todos los medios, encasillar la libertad de pensamiento y por ende, manipular la libertad de elección. Yo no recuerdo que el pueblo haya pedido este sistema (el pueblo sólo quiere justicia), ni conoce a los miembros del Instituto Electoral ni de los tribunales, ni ellos nos conocen, ni nos han preguntado qué es lo que queremos, y nosotros no los elegimos, sino los partidos políticos que dicen representarnos. A pesar de toda esta avalancha antidemocrática e impositiva, a partir de ello, los optimistas nos dicen que tal modelo es perfectible, que hemos avanzado, que estamos en el camino, etc. No se puede negar que en algunos de ellos hay buena intención, pero ¿qué ha cambiado realmente? En los hechos post elección, muy poco o casi nada. Sigue habiendo injusticia, hambre, abuso de poder, usufructo de la legalidad, marginación, etc. Los avances en el bienestar social siguen, como siempre, supeditados al nivel de control, es decir, las libertades y otros beneficios, se dan en función del incremento y efectividad de los medios de control: tanto más nos sueltan la correa, en la medida que aprendamos a obedecer mejor o en la medida que más puedan obligarnos a obedecer de buena gana, en convencimiento, donde las técnicas para tal fin, van reemplazando a la cohesión física por la psicológica.

 

Pero el problema de fondo no es el bienestar social, ya que sin duda, algunos pueblos han logrado altos estándares en este sentido, sino la forma. Es decir, la manera de alcanzar el bienestar social, desde una perspectiva de sometimiento psíquico y metodológico, hasta una perspectiva de libertad social a partir de la consciencia individual. La ética y la felicidad, son constructos sociales irrelevantes para la esencia humana, porque una ética maniatada a los intereses comerciales, y una felicidad puesta en función de los resultados económicos, son fabricaciones artificiales dentro del contexto social, cuyo fin primordial, es servir como el aceite lubricante que mantenga funcionando la maquinaria económico comercial del Sistema.

 

...

 

La evolución hacia una organización social más eficiente y menos racional

 

Si analizamos la experiencia evolutiva del ser humano en función de los gradientes de tiempo entre los grandes saltos evolutivos, comprobamos que el último de ellos, ocurrió hace alrededor de 5000 años, es decir, unos 3000 años A.C. Ese salto evolutivo, vino como consecuencia de un proceso adaptativo de la especie a condiciones del entorno más estables en relación con el clima, y tuvo como consecuencia social, la formación de organizaciones humanas más desarrolladas que dieron lugar a las diversas civilizaciones. El hecho de tener que pasar menos tiempo detrás de los satisfactores de vida y más tiempo en un lugar fijo, organizándose socialmente, creando la cultura, re descubriendo las artes y entendiendo la ciencia, es un resultado directo de dicha evolución. La menor variabilidad del clima, hizo posible esta evolución y esta se dio en el sentido de las necesidades de sobre vivencia de la especie. El riesgo que el Sistema representa si continúa por el mismo camino, es que el siguiente salto evolutivo de la especie, se de en función de constructos artificiales en lugar de necesidades reales, es decir, cuando el uso de la razón deja de tener sentido para la sobre vivencia, la evolución se dará en esta dirección, pero en sentido contrario.

 

El tiempo para el siguiente salto evolutivo importante, se puede calcular tanto estudiando estos saltos en nuestra especie, como en otras especies animales y vegetales. Llegamos a la conclusión que estos saltos van desde cada dos o tres mil años, hasta alrededor de 30,000, dependiendo esto de la velocidad de cambio del entorno. Si vemos que esta velocidad, dadas las condiciones actuales de contaminación, deterioro y agotamiento de los recursos, es alta, podemos prever que el siguiente cambio evolutivo está a la vuelta de la esquina, es decir, puede ser dentro de unas decenas de años, a unos dos o tres mil. El problema es que si se da dentro de los próximos mil años, la tendencia estará dirigida por las condiciones que el Sistema impone. Esto quiere decir que si bien nuestros cuerpos responderán mejor a resistir una atmósfera contaminada, a alimentos altos en toxinas, etc., también responderemos con serias dificultades a los estímulos intelectuales: una sociedad más capaz de sobrevivir bajo condiciones de alta contaminación y una mayor adaptabilidad a sociedades con alta concentración demográfica, pero menos capaz de desarrollar el intelecto; seremos más como hormigas o abejas, que responden muy bien a la organización social, pero habremos perdido parte de nuestra capacidad para transformar el entorno en base a la consciencia y la razón. Sólo si se detienen las tendencias sistémicas, la humanidad estará preparada para continuar su evolución desde la perspectiva intelectual. Para que esto se de, sería necesario que después de la aniquilación del Sistema, pasara una cantidad de años suficiente para reorientar la evolución. Hay tres escenarios posibles: 1) si se da primero este salto evolutivo, el derrumbe del Sistema será prácticamente imposible; 2) si el salto evolutivo se da en tan sólo unos cientos de años posteriores al derrumbe del Sistema, la inercia no será suficiente para avanzar en lo intelectual, sino al contrario, y; 3) que a partir del derrumbe del Sistema, pasen más de mil años para que ocurra el siguiente salto evolutivo y de esta manera, el ser humano conserve la esperanza de seguir enriqueciendo su capacidad intelectual, porque a nosotros, los humanos, no nos queda otro camino para alcanzar la libertad, que el conocimiento.

 

La irracionalidad a cambio del eficientismo, también se promueve mediante los llamados cursos, métodos, técnicas, etc., motivadoras. En ellos se busca que la persona se re programe para cambiar una actitud negativa y por ende, ineficiente para sí misma y para la sociedad, por una actitud más acorde con las actividades productivas inherentes al Sistema. El trabajo, la toma de decisiones acertadas, el esfuerzo diario, la autoestima, la ayuda mutua, etc., no son malos por definición propia. El problema es que estos valores se moldean en la persona para que funcione mejor dentro de una sociedad mercantilista y eficientista, es decir, sin un fondo racional. Es entonces que la motivación eficientista, recurre a invitar al que se desea motivar, a que tome de la sociedad circundante, como su modelo inicial, a uno de sus miembros que sirva como estereotipo o ejemplo. Se recurre a la imitación irracional basada en el “éxito” ajeno en lugar de promover y desarrollar actitudes positivas propias en base al raciocino; se les induce un optimismo ficticio en lugar de ayudarles a descubrir las causas reales de su pesimismo, mismo que comúnmente tiene que ver con la irracionalidad del Sistema.

 

...

 

El aborto

 

Se ha discutido mucho sobre el tema y, por representar un punto de difícil acuerdo, reitero que mi opinión, no es necesariamente la verdad, sino un punto de vista surgido del análisis razonado.

 

El acuerdo sobre el aborto inducido está sujeto por varios cabos, di símbolos, tanto desde una perspectiva legal, como desde una científica, religiosa, dogmática, cultural, tradicional, etc. Por un lado, se descalifica con una real o pretendida moral; por el otro, se defiende como un derecho de la mujer. Pero ¿qué tanta razón tiene cada una de estas dos posturas?. Si lo vemos desde un punto de vista médico, caemos en el riesgo de errar en función de la percepción que el desarrollo tecnológico y científico por encontrarse hasta cierto punto limitado. Si lo vemos desde el punto de vista religioso, el nuevo ser se manifiesta desde el momento de la concepción. Desde la perspectiva biológica, sin embargo, el nuevo ser se manifiesta desde el momento en que es viable, es decir, desde que el embrión se adhiere a la pared de la matriz y alcanza un desarrollo biológico cercano a un ser humano completo y normal. El problema viene dado entonces en función del tiempo y en la forma de definir en qué momento del desarrollo celular se puede establecer la existencia de una nuevo ser. Médicamente, el nuevo ser se establece en el momento que sus funciones básicas se llevan de manera independiente, es decir, cuando los órganos vitales han sido formados, aunque desde este mismo punto de vista, existen diferentes opiniones al respecto, que va de 9 a 12 semanas de gestación. Por su lado, lo religioso topa con el hecho de que una gran cantidad de embriones fertilizados (concepción), nunca llegan a implantarse en la matriz, claro que en estos casos, si se dan de forma natural, no existe una detectable intervención externa.

 

Sin embargo, a pesar de todas estas formas de ver el punto, el verdadero problema es un problema de moral, misma que es cambiante entre una cultura y otra, entre una época y otra, donde no siempre lo moral va de la mano con los legal. Digo que el problema de fondo es moral porque tiene que ver con la detención voluntaria de la vida, con lo cual existe detrás, lo que conocemos como homicidio. Es en este punto donde entra la cuestión legal, y es esta, la que habrá de permitir, regular o prohibir, el aborto inducido y bajo qué condiciones y criterios.

 

Un problema moral debería ser resuelto entonces desde la misma moral, pero como se ha dicho, esta es cambiante y variante, no es posible hacerlo por este camino, o más bien dicho, no es posible llegar a un acuerdo sobre la mejor solución, a partir de la simple moral. Cualquier camino que tomemos, invariablemente tendrá sus pros y sus contras, como hemos visto, por lo que resulta mejor llegar a una aproximación racional desde una perspectiva estadística que ponga en un pseudo equilibrio a todas las vertientes de pensamiento, en conocimiento de que lo racional tampoco empata en todos los casos con lo moral. Esto es, partir del principio de tipos de error: Error tipo I y error tipo II. De acuerdo a qué tanto estamos dispuestos a equivocarnos, establecemos una hipótesis; entre más radical es el pensamiento hacia la restricción, el posible error se ubicará más cercano a la restricción; mientras que entre más radical es el pensamiento hacia la liberación, el posible error se ubicará más alejado de la restricción. Veamos un ejemplo:

 

La posición más radical hacia la restricción, es regularmente la religiosa. Si la concepción establece la existencia de un nuevo ser, entonces esa es la hipótesis. El error tipo I se cometerá si optamos por tomar la hipótesis como verdadera siendo falsa; en tanto que el error tipo II se cometerá si la damos por falsa siendo verdadera. Es como el caso de la creencia y no creencia en Dios; se dice que si no creo en él, y efectivamente no existe, no pasa nada. Pero si en verdad existe, me condeno (error tipo II). Caso contrario, si creo en él y existe, me salvo. Pero si no existe, no me pasa nada con creer, así que mejor opto por el error tipo I y creo en él porque si me equivoco, no hay consecuencia nefasta. Desde el punto de vista exclusivamente moral, podemos resolver el dilema cada quien desde su propia perspectiva. Pero por tratarse de una cuestión social, donde detrás puede tipificarse un delito, es la legalidad la que tiene que evaluar y ante ella es donde debemos responder.

 

La ley se enfrenta entonces a qué postura tomar, si las más restrictivas o las menos restrictivas. De acuerdo a cierta lógica, tenderá a tomar aquellas más centradas tomando elementos de la cultura y tradiciones de los pueblos matizándolas con la información científica disponible, principalmente biológica y médica. Por ejemplo, antropológicamente, el ser humano o cualquier otra especie, es tal desde el momento en que su cerebelo se desarrolla, es decir, el órgano que controla la mayor parte de las funciones del organismo. El resto de la corteza cerebral, se puede considerar en este caso como un elemento evolutivo. Con esta idea, se va más allá de la simple concepción; más allá de la implantación; pero antes de que todos los demás órganos se hayan desarrollado. Después de ese momento, una persona, así sea la madre, no tiene derecho a interrumpir el desarrollo del nuevo ser. Porque además, el aborto no puede ser un derecho de la mujer encinta, pues eso sería tanto como decir que si una ballena me traga entero, por estar dentro de su cuerpo adquiere derechos sobre si debo vivir o morir. Desde el momento en cada uno de nosotros nos convertimos en un ser humano, de acuerdo a la genética y de acuerdo al criterio del desarrollo cerebral, nadie puede tener un derecho de vida o muerte sobre nosotros, así sea nuestra madre y estemos dentro de ella.

 

Pero existe un criterio mucho más extenso que es digno de tomarse en cuenta: el basado en la consciencia y el instinto. Si un individuo es biológicamente igual o equivalente a un ser humano, se dice que es tal. Pero si tomamos en cuenta el desarrollo de la consciencia y el instinto, el mismo individuo, sin consciencia y sin los instintos humanos ¿podrá ser considerado como un ser humano en toda la extensión de la palabra? Supongamos un caso hipotético y hasta ahora imposible. Tengamos a un chimpancé pero con la inteligencia humana, con consciencia humana, con instintos humanos ¿es un chimpancé o un ser humano?. La repuesta puede ser sencilla para muchos, pero cualquiera que sea, nunca se llegará a una definición fuera de dudas y esto es porque la vida no puede tomarse nada más como un organismo que cumple ciertas funciones. Están todos lo elementos que se relacionan con esa vida. Por ejemplo, un árbol de ciruelas, si no da fruto, algo anda mal en su biología o en el ambiente donde se desarrolla. Si el ambiente es el propicio, entonces deja de ser un ciruelo para ser algo muy similar a un ciruelo. En los humanos, no sólo está el elemento biológico, sino que interviene el social y el de ambiente. Desde el punto de vista religioso, su vida más allá de una serie de respuestas biológicas; se tiene un alma y la fe en una vida posterior que perdura después del fin orgánico. He aquí una de las más grandes incongruencias de las religiones que por un lado se jactan de defender la vida y por el otro sólo defienden la cuestión biológica mientras que respecto a la calidad de vida nos reconvienen a someternos pasivamente a circunstancias de opresión, de miseria, falta de oportunidades e injusticia en todas sus variantes. Defienden una postura anti aborto pero no defienden al recién nacido; es como oponerse a que una mujer sumergida en un pantano por arriba de la cintura detenga su embarazo a sabiendas que el niño morirá o crecerá dañado si nace en ese medio, sin oponerse antes a que dicha mujer se encuentre en tales condiciones de desventaja. Defienden la posibilidad de una nueva vida pero no defienden la vida ya existente (la de la madre). Igualmente un Estado no puede perseguir a las mujeres que han decidido abortar si no es capaz de proveer bienestar e igualdad de oportunidades para todos; es como si sanciona a aquellos que estando encerrados en un solar sin baños, defequen al aire libre.

 

Ahora bien, no es que yo esté a favor o en contra del aborto y quiera imponer mi criterio. No, el aborto es, como ya se dijo, un problema de moral en el sentido individual, pero puede ser un problema de salud pública en el sentido social. Lo importante es que la decisión en un problema de consciencia y por ese lado nadie puede decirnos cómo actuar, como tampoco se puede asegurar que alguien realmente decida en plena consciencia.

 

En resumen, el aborto es un acto que intenta corregir un error aunque puede significar un error mayor. Es el Sistema, fuera de los casos médicos, quien pone las condiciones para que una mujer quiera abortar. Cuando las condiciones de vida de la población sean de tal suerte que la maternidad no signifique una desventaja ni para la madre ni para el niño en lo social, económico, de proyecto de vida, de oportunidades, de igualdad, etc., podremos entonces discutir si el aborto es correcto o incorrecto.

 

...

 

La izquierda

 

Desde el inicio de la geografía política en base a su posición, donde los miembros del parlamento de acuerdo con el Rey, se les situaba a la derecha y a los que estaban en desacuerdo, a la izquierda, empezamos a reconocer en política los denominativos “de izquierda” y “de derecha”. Con el tiempo, a la izquierda se le asoció con el socialismo y a la derecha con el capitalismo. En lo personal, no creo que exista dentro de un Estado una ideología completamente asociada ni al capitalismo puro ni al socialismo puro. En la actualidad, se dan dos formas de entender al mundo desde el punto de vista de política económica: los que están a favor de la globalización en base a las políticas comerciales que intentan instaurar los organismos internacionales financieros, comerciales e industriales, y los que están en contra. La primera forma de entender el mundo, tiene como bandera algo que se define como Neoliberalismo. En general, la izquierda, ideológicamente hablando, es la única opción organizada y posicionada en el mundo político que no está del todo de acuerdo con el neoliberalismo, y aunque no cuenta con instrumentos a nivel internacional del calibre de los neoliberales, conserva una importante presencia y credibilidad en las sociedades del mundo, que le permite acceder al poder. Sin embargo, que llegue al poder no garantiza que no habrá de sujetarse a muchas de las prescripciones que impone la derecha a través de sus instrumentos y por medio del poder económico.

 

El dominio político de la izquierda en el mundo, es la opción lógica y hasta cierto punto, única para contener el avance del fascismo comercial, pero se enfrenta a un poder económico de enorme envergadura, con todo y lo que con ello se deriva: tecnología, poder bélico, control de medios, etc. La izquierda no puede oponerse abiertamente a estos poderes y jugarse en una sola carta la victoria. Más bien por el contrario, para prevalecer tiene que ir ganando pequeñas batallas hasta estar en posición de negociar, pero ¿qué tanto puede vencer el fondo del mal o qué tanto puede pactar con él sin perder su esencia?

 

 

El Balance económico y el modelo funcional

 

Los poderosos y sus huestes abocados a la democracia sistémica, han lanzado una campaña de alto impacto basada en que el progreso de las sociedades humanas es alcanzable mediante la globalización y la reproducción irrestricta de los modelos económicos de los países, sean del bloque considerado socialista o del capitalista o de ninguno, que están a la vanguardia en lo que se refiere al combate a la pobreza. Es cierto que a nivel local, inclusive a nivel bloques y regiones, hay sociedades que tienen un marcado nivel de vida superior en comparación con otras sociedades, pero hablando a nivel global, existe una paradoja que hace imposible o en extremo lejana la posibilidad de un bienestar general para el grueso de la población mundial. La paradoja radica en que la producción de riqueza a nivel mundial no alcanza para lograr dicha utopía, sino que en su búsqueda, las naciones conforme lleguen a un estado de mayor bienestar por medio de los modelos mencionados, básicamente capitalistas, con mayor fuerza dificultarán la posibilidad de desarrollo a las que no lo hagan. Para ver más claro esto, imaginemos un balde lleno de cangrejos. Al principio unos, apoyándose en los otros, van escalando y logran salir del balde (subdesarrollo), pero conforme más de ellos salen, los que van quedando tienen menos probabilidades de salir hasta que ya ninguno de ellos lo pueda hacer. Lo mismo ha pasado a nivel local en las economías cerradas hasta hace poco tiempo: los individuos o grupos que en un principio lograron un notorio avance económico, crearon una presión social para que en determinado momento, bajo las mismas condiciones, nadie pueda seguir sus pasos generándose así una sociedad francamente dividida entre ricos y pobres.

 

Por supuesto estos modelos no son rígidos, ya que existen los casos de excepción, pero marcan una tendencia en extremos peligrosa para la humanidad de difícil solución a no ser de una catástrofe mundial de tal magnitud que haga irrelevantes las estructuras de poder económico.

 

Si hay países ricos, esto sólo es posible mediante la existencia de países pobres, por el lado global, y por la existencia de grupos sociales de bajo poder adquisitivo, por el lado local, ya que la riqueza, como se analizó en el primer volumen de esta serie, tiene su origen en la acumulación de bienes que son escasos para la gran mayoría, es decir, existe un gradiente económico producto de la desigualdad social distributiva, que a su vez es producto de la desigualdad social derivada de la injusticia, de la falta de oportunidades, de la marginación, de las fobias sociales, etc., que a su vez, son producto de la necesidad sistémica de conservación del poder social, económico y político, junto con todos los privilegios que esto representa. Los poderosos no pueden y no quieren acabar con la pobreza porque sin ella, la riqueza pierde fuerza hasta que se extingue.

 

Entonces, si la existencia de ricos depende de la existencia de pobres, el desarrollo de las sociedades del mundo está condicionado a la no terminación de la pobreza, sea global o a nivel de nichos sociales. En la actualidad, nos dicen que para salir del subdesarrollo, es indispensable recurrir, como dicen los modelos, al fomento de la inversión extranjera, tal y como lo ha hecho China entre otros. Esta condición, pone a la humanidad cada vez más en manos de las compañías trasnacionales y no sólo a nivel económico, sino a todos niveles, ya que en una sociedad comercialista, el poder económico tiende a penetrar a los otros poderes hasta hacerlos sus súbditos. De nada le sirve a la humanidad el progreso económico a costa de la pérdida de la identidad y de la libertad. Además que ser rico cada vez cuesta más: un burgués dedica gran parte de sus ingresos para mantener y asegurar sus posesiones; una empresa trasnacional ocupa cada vez un mayor capital sólo para mantenerse funcional porque tiene que seguir un ritmo de crecimiento determinado para mantener su competitividad.

 

La solución es ciertamente utópica: la abolición del valor económico de los bienes, es decir, que dejen de tener un equivalente monetario. Sin este equivalente monetario de los bienes, el dinero se hace obsoleto y la propiedad irrelevante, que no así la posesión. Desde este punto de vista, la humanidad sí tiene la capacidad para producir y distribuir los bienes necesarios para una vida sin apuros, pero sin excesos. A la par del dinero, es menester abolir el comercio.

 

Imaginemos nuestro lugar de trabajo y el de los demás. Todos vamos a trabajar sin cobrar un sueldo o salario, sin obtener una ganancia por nuestro esfuerzo. Ese es el modelo ideal de una sociedad verdaderamente evolucionada. Pero ¿cómo sobreviviremos? ¿qué nos habrá de motivar para hacer nuestro trabajo? ¿cómo se podrá mover la economía? ¿qué recursos usar para el crecimiento, la investigación y el desarrollo de proyectos? Bajo la óptica sistémica, este modelo es irracional, pero alejándonos de esta óptica, es perfecto. Veamos:

 

Usted se levanta como todos los días, se arregla y se va a trabajar; hace lo de siempre sin preocuparse por nada más. A la hora de la comida, elige un restaurante, come y se sale sin pagar. De regreso a su casa, pasa a un centro comercial y lleva varios productos que necesita sin pagar un centavo. A la mañana siguiente, se siente mal y va a ver al médico, este lo receta sin cobrarle nada, de igual forma las medicinas no le cuestan. Si todo aquello que necesita no le cuesta, tampoco necesita un salario; tampoco necesita acumular cosas, salvo una pequeña y calculada reserva, porque sabe que cuando lo necesite lo obtendrá. Pero, ¿qué pasa con los bienes diferenciados que son para el mismo uso? Por ejemplo, los autos, televisores, relojes, los mismos alimentos, etc., ¿acaso no todos querrán siempre lo mejor o lo más elaborado, dejando de lado todos los demás modelos?. Por principio, al no tener un referente económico, los bienes son apreciados más por su efectividad tanto funcional como visual, que por otras de sus características. Por ejemplo, un reloj, no me importará si es de oro, titanio, plástico o acero, lo importante es que me funcione de la mejor manera para lo que requiero de el producto. Bajo este modelo, lo escaso, como pudiera ser el oro, vale menos que lo abundante si no lo supera en funcionalidad. Entonces la funcionalidad es lo único que aporta un valor relativo a las cosas. A la larga, sólo los bienes o servicios funcionales quedarían en el mercado.

 

¿Y qué pasa con el despilfarro que este modelo puede provocar? Sólo si la abolición del comercio, del dinero y del valor económico de los bienes y servicios, parte del cambio de consciencia de la sociedad, es posible establecer un modelo social donde el abuso, la ambición desmedida, el despilfarro, la holgazanería y todos los males producto de una sociedad de competencia económica, sean cosas del pasado irracional; extirpados de la consciencia humana y relegados a sociedades decadentes. ¿Qué tan lógico resulta tirar o desperdiciar el fruto de nuestro trabajo? Cuando los bienes producidos tienen un valor no tazado en lo económico sino tazado en su funcionalidad y en los recursos y el trabajo invertidos, adquiere un sentido más cercano para el productor que el simple equivalente monetario. En la actualidad, quienes explotan los recursos naturales, poco o nada les importa extinguir especies animales y vegetales si a cambio reciben el dinero suficiente para llenar sus costales. Les interesa el dinero que aporta el producto, no el producto en función de sí mismo. Si un producto tiene un valor por sí mismo y se le añade valor en forma de trabajo, si ese valor es reemplazado por dinero, el producto deja tener la misma importancia, pasa a segundo término como tal y en primer término pasa su equivalente monetario. La tierra misma usada para la producción de alimentos, al tener un valor monetario, al campesino le conviene más venderla para que construyan casas que para seguir produciendo. Esto es una irracionalidad en toda la extensión de la palabra. De igual manera, la tierra silvestre y los bosques, son adaptados para el pastoreo de ganado afectando a las especies salvajes que ahí habitaban indispensables para el equilibrio de la vida en el planeta porque es más redituable económicamente para los propietarios. La propiedad es la madre de la ambición y la codicia. Por más reglas, leyes, políticas, etc., que se impongan, nunca se podrá superar el mal que la propiedad de las cosas entraña porque casualmente, quines imponen tal normatividad, son los mismos que detentan el poder y la riqueza de la sociedad, por lo que el marco normativo siempre estará en función de sus intereses y será discreta siempre que así se requiera.

 

Sin riqueza monetaria se acaba el poder económico de los dueños del mundo; se sienta la primera piedra para acabar con el poder político y se encarrila la sociedad a liberarse del poder social irracional, basado en lo político y económico. Los principales males que sufre la sociedad, son producto de la economía como regente de la sociedad contemporánea, y de su padre, que es el comercio.

 

...

 

La moral

 

La moral es un término muy amplio, a veces difuso o contradictorio, heterogéneo y en general matizado por la cultura que la que la exime. Desde Montesquieu, se establece dentro de la cultura de origen occidental, una cierta homogeneidad de lo que se entiende, se delimita y se acepta como moral. En realidad, podemos hablar de dos clases de moral: 1) la moral pura, y; 2) la moral sistémica.

 

La moral pura, se refiere a la crítica que surge de los derechos humanos de las personas fuera de toda condición sistémica, es decir, desde el punto de vista de la especie sin tomar en cuenta nacionalidad, condición social, etnia, situación económica, geográfica, cultural, etc. Esta moral por lo tanto observa a la sociedad y a la persona individual a partir de cuatro de sus derechos más importantes: el derecho a la vida, el derecho a la libertad, el derecho a la información y el derecho a socializar. De estos cuatro se desprenden un número bastante grande de otros derechos que, si bien son derivados, a la vez son los que garantizan los primeros. Por ejemplo, del derecho a la vida se desprende el derecho a una buena alimentación, pero si se cumple el derecho a la alimentación, se garantiza en ese aspecto el derecho a la vida.

 

La moral sistémica, es similar, pero incluye derechos derivados que forman parte más de la cultura, la política y la economía que de derechos humanos puros. Por ejemplo, el derecho a la justicia, está más en función del marco legal de la sociedad donde se exige, que de un marco universal de justicia más dirigido a la naturaleza humana. El marco legal de una sociedad cambia de una comunidad a otra, de una cultura a otra y de un tiempo histórico a otro. Un hecho innegable es que como pasa con muchas cosas que del Sistema provienen, en una sociedad sistémica, se privilegian a los derechos sistémicos por sobre los derechos humanos fundamentales. Algunos ejemplos: el derecho de transitar libremente por un territorio se topa con el derecho de privacidad sobre una porción de tierra; el derecho a una buena alimentación se topa con el “derecho” de los empresarios a maximizar sus ganancias empleando la ingeniería alimenticia que más les convenga, aunque este supuesto derecho no es tal; el derecho a la información se topa con los derechos sobre marcas y patentes; el derecho a realizar la actividad económica que satisfaga las necesidades del trabajador, se topa con los “derechos” de los dueños de los medios de producción o con disposiciones legales; el derecho de igualdad de oportunidades se topa con toda una gama de obstáculos infranqueables que sería muy extenso enumerar aquí, pero que básicamente nos dan como resultado las condiciones de tremenda injusticia distributiva en que vivimos.

 

La moral sistémica, aunque incorpora a la moral pura, no deja de ser uno de los íconos que mantienen erguida, vigente y avanzando a la desigualdad y la injusticia, ya que como hemos visto, privilegia a los derechos culturales por sobre los derechos humanos puros.

 

En una sociedad donde los derechos humanos puros están supeditados a condiciones económicas, políticas y culturales, habrá necesariamente una moral sistémica, por no llamarle por su verdadero nombre: marco inmoral espurio.

 

¿Hasta dónde es capaz de llegar la civilización actual en aras de mantener con vida al Sistema? ¿Es en verdad más importante mantener los equilibrios para la civilidad a costa de la injusticia, del deterioro del medio ambiente, de la aniquilación de los valores propios de la moral pura y del atropello sistemático de los derechos humanos fundamentales, que todo lo que cuesta mantener ese equilibrio? Si sabemos que a los únicos que beneficia este modelo es a quienes viven de él a sus anchas ¿por qué el resto de la humanidad lo seguimos permitiendo?

 

El Sistema es una maquinaria tan perfecta y letal, que hace creer a sus víctimas que es lo que todos deben proteger y que es susceptible de mejoras al grado de que puede llegar a ser el garante de una vida mejor para todos. Hemos visto que esto es una tremenda contradicción, la mentira más grande de la historia y a la vez, la más creída.

 

...

 

Mensajes del Sistema

 

“Sabemos que tu economía es muy importante y la vamos a defender”. Es tal la inconsciencia o el cinismo de los voceros del Sistema, que un gobierno es capaz de soltar este tipo de declaraciones propagandísticas, que a continuación vamos a analizar.

 

“Sabemos que tu economía...” denota una clara separación entre una capa de la sociedad y la cúpula que la rige. Desde aquí ya vemos en qué radica la diferencia: por el lado explícito, es la economía de cada capa social y, por el lado implícito, el poder, lo que se desprende del emisor y el receptor, es decir, de los gobernantes hacia el gobernado (“Sabemos...” se dice en plural, mientras que “tu economía...” en singular). Decir “nosotros te vamos a ayudar”, establece dos mundos, dos condiciones de vida, dos clases de seres humanos económica y políticamente hablando. Pero referirse al receptor en singular, también establece que para la clase gobernante existen muchos ellos y un solo aquél, es decir, el rico y poderoso tiene rostro individual y es nominativo de cada persona, mientras que el pobre es una masa amorfa sin rostro individual.

 

Las condiciones de pobreza que sufre una cantidad muy importante de la población, es responsabilidad directa de sus gobernantes, sobretodo en países con suficiencia de recursos, y ya sea por corrupción, torpeza, incapacidad o mentalidad clasista, los gobernantes son quienes determinan el progreso económico de la sociedad subyacente, la distribución del ingreso, la justicia, la igualdad, etc. Entonces en un país con abundante pobreza por un lado y excesiva riqueza por el otro para una minoría selecta, este tipo de frases son harto cínicas y demagógicas, ya que, si los gobiernos anteriores, miembros de la misma clase social dominante del gobierno actual, produjeron tal injusticia distributiva ¿por qué ahora habrá de creer el pueblo en los nuevos? ¿acaso ellos van a romper sus paradigmas, los mismos que los llevaron al poder y los mismos que los pueden mantener el él, para ayudar a su enemigo de clase, si con analizar sus mensajes no se refleja sino la misma mentalidad clasista, demagógica y cínica?. Digo enemigo de clase desde el contexto histórico, innegable, aunque los líderes de opinión defensores del Sistema no estén de acuerdo, pero con ello sólo denotan o bien su ignorancia de la historia social o bien su enganche perverso y conveniente con los dueños del poder.

 

...

 

Idiosincrasia e identidad***

 

Se tiene miedo a la no identidad. Esto es porque afecta la autoestima basada en la pertenencia y en general no debería de representar un problema. Los rasgos culturales de un pueblo, están determinados en gran medida por la identidad de ese pueblo. Muchos de los grandes conflictos sociales y políticos, se originan por la falta de identidad que deriva de la convivencia entre etnias diversas dentro de un mismo territorio. El problema es que en base al nacionalismo exacerbado, a los dogmas creadores de fobias sociales y a intereses diversos, todos ellos agigantados por los medios de comunicación bajo control de las facciones de poder, se ha ido más allá de la simple identidad. Se han creado modelos sociales e individuales a seguir que en general más que inducir una identidad, la toman y la utilizan para otros fines ajenos a la simple y sana convivencia y a la generación de acuerdos que resuelvan conflictos. Se ha usado la identidad de un pueblo para manipularlo como banco de peces, supuestamente persiguiendo fines nobles, humanistas y en beneficio de todos, pero debajo de esa capa superficial de demagogia, se esconden otros fines personalistas y de grupo cuyo principal objetivo, es conservar o incrementar su poder y privilegios.

 

Es entonces el Sistema quien aporta los modelos para que la percepción inconsciente de la gente derive en una aversión y miedo a encontrar una identidad independiente y no manipulable desde su entorno. Se busca que cada individuo sea un reflejo de los modelos sociales que a los poderosos conviene; robotizar y hacer predecible a la población, ya no sólo para manipularla bajo determinadas circunstancias, sino que en las coyunturas indeseables, se comporten y piensen de determinadas maneras sin necesidad de inducirlas externamente.

 

...

 

Derecho penal y sistema judicial

 

México, siendo un país con un desarrollo del sistema judicial superior a otros muchos países, inclusive que tienen un mayor desarrollo económico y con un nivel promedio de vida más elevado, es sin embargo, un país con flagrantes violaciones a los derechos humanos. Cualquier Estado donde el sistema judicial basa su operación sobre el mal llamado derecho penal, es atentatorio de los derechos humanos más elementales. Por principio, un aparato judicial de corte inquisitorio, represor y corrupto, es síntoma de una sociedad cuyas necesidades más primordiales no han sido satisfechas por el Estado, en otras palabras, contar con un organismo que lleva a cabo la privación de la libertad y aplica penas de diversos calibres a los infractores de la ley, significa el fracaso de las políticas sociales del Estado que no tienen un efecto preventivo sino vengativo.

 

Cuando las reglas de convivencia son violentadas por un ciudadano, este es considerado por el Estado como un delincuente. Hasta aquí, el sistema judicial está en lo correcto, a reserva de ver qué es lo que para el Estado representa delito. Luego, el sistema judicial adopta las siguientes acciones: 1) En México, lo que se llama la prisión preventiva del infractor, lo cual es violatorio del derecho a la libertad mientras no se demuestre culpabilidad; 2) si la sentencia establece la culpabilidad del infractor, y si la gravedad del delito lo amerita, se le aplica la prisión definitiva, siendo esto una violación a los derechos humanos del infractor.

 

Las penas ejercidas por un Estado contra los infractores de la ley, donde se violentan sus derechos humanos, son inadmisibles. Veamos por qué:

 

Nadie puede disponer de la vida de un semejante.

Nadie puede coartar la libertad de un semejante.

Nadie puede aplicar tortura física o mental a un semejante.

 

Partimos del hecho que los infractores son producto, hasta cierto punto inocentes, del Sistema o se trata de personas con serios desequilibrios mentales. En cualquier caso el culpable es el Sistema, quien permanece impune. Pero ¿qué pasa con los daños que un infractor ejerce sobre el medio ambiente o la sociedad? ¿qué debe hacerse entonces con los infractores y con las víctimas?

 

Por principio de cuentas, debe haber una redefinición de lo que se considera delito. En segundo lugar, las faltas administrativas que son cometidas en el ejercicio de la libertad sin perjuicio del medio ambiente o de un semejante, deben ser eliminadas de dicho catálogo. En tercer lugar, debe atacarse la raíz del problema que ocasiona la delincuencia, aunque esto es ciertamente contradictorio, porque dicha raíz es precisamente el Sistema. En cuarto lugar, el derecho penal debe ser reemplazado por el derecho de convivencia, donde en lugar de penas se aplique la reparación equivalente al daño...

 

...

 

Las maquiladoras

 

Una falacia muy difundida por los dueños del capital a través de organismos internacionales como la OMC, el BM y el FMI, es la que pone a las maquiladoras como una buena opción para el desarrollo de los países emergentes. Se trata de un juego donde todos ganan a costa del trabajador y de la sociedad del país donde se instalan este tipo de empresas. Por ejemplo, se anuncian con bombo y platillo los miles de empleos que las maquiladoras trasnacionales generan en una región, pero se omite que el trabajador sólo recibe una parte mínima de los beneficios económicos; que los empleados trabajan más de ocho horas diarias sin remuneración adicional y a veces sin día de descanso porque se les contrata por destajo; se omite que el costo de producción incluyendo sueldos y salarios es en ocasiones más de doscientas veces inferior al precio de venta del producto en tienda.

 

Lo que realmente fomentan este tipo de empresas, es que sirven como un retén para disminuir el flujo de trabajadores ilegales hacia los países desarrollados, donde además se aprovechan los menores niveles salariales de los países sede para bajar los costos de producción; se beneficia a las grandes cadenas comercializadoras, la mayoría también trasnacionales, a las que se les vende el producto para que estas les pongan su marca y aumentar el precio de venta dos, tres o hasta veinte veces más; se deteriora significativamente la capacidad de competencia del productor local cuando este no puede competir con las economías de escala de las maquiladoras, deterioro que a la larga acaba por eliminar dicha competencia con la consecuente pérdida de empleos directos y el deterioro social; se fomenta el contrabando y las prácticas desleales de mercado de marcas extranjeras con precios dumping, lo que contribuye al destrozo de la micro, pequeña y mediana industria nacional, a la perdida de empleos, al quiebre de proveedores nacionales, a impedir la sana competencia en prejuicio del consumidor y al crecimiento de la economía informal como alternativa de sobre vivencia.

 

Esto es lo que representan las maquiladoras trasnacionales, las cuales con los raquíticos beneficios que aportan, no son capaces de resarcir el tremendo daño que ocasionan a las economías locales.

 

...

 

El sueño americano

 

Vladimir Nabokov, dijo que la democracia era el camino correcto de la sociedad, no porque fuera mejor que una monarquía, o mejor que una dictadura, sino porque era la condición natural del hombre a partir de haber adquirido conciencia.

 

Lolita, fue rechazado inicialmente por una sociedad completamente tendida hacia el occidentalismo, lleno de descubrimientos tecnológicos que eran los protagonistas productores de sueños sobre una vida mejor: tener una familia, un buen empleo, hijos modelo, una lavadora, un refrigerador, un auto, un perro y una casa flanqueada por un par de árboles de ornato sobre un césped perfectamente cortado, terso y con un verde impecablemente homogéneo. Lolita representaba la antitesis del sueño norteamericano, una irrealidad literaria que mostraba el fondo de una realidad social oculta, que como embrión emergía clandestina e impetuosamente de las profundidades de la naturaleza humana expuesta a los dogmas del Sistema, más como un alud de juicios concebidos en la profunda morbosidad que se deriva de una sociedad llena de tabúes, que como tabú mismo. La percepción sugerida de un morbo surgido de la propia naturaleza humana, hacía innegable la consecución de una realidad que por sí sola, negaba la viabilidad del sueño americano concebido en color de rosa, pero paradójicamente, no acaba con este, sino que se adhiere a él contribuyendo a su transformación, o más bien dicho, es el Sistema quien absorbe esta nueva concepción para hacer suya la interpretación enfermiza que a la sociedad de medio nivel cultural de la década de los 50’s, le inspiraba. Sólo una sociedad dogmatizada por el Sistema experimenta con mayor fuerza el morbo que sugiere Lolita, que el entendimiento de una realidad social diferente. Si ese morbo además, se percibe como una condición natural, se pueden justificar muchas abyecciones sistémicas desde el punto de vista de la conciencia individual y sobretodo social.

 

...

 

Algunas observaciones importantes sobre Gandhi

 

Gandhi, ciudadano del Imperio Británico, al inicio de su liderazgo, no pensaba en la independencia de la India y Pakistán. Todo lo que quería era que su pueblo fuera reconocido como miembro del Imperio con todas sus prerrogativas. Es hasta cuando el Sistema muestra su verdadero rostro de marginalidad, irracionalidad y tozudez, que Gandhi empieza a adquirir consciencia no sólo de la desigualdad, sino del atentado del Sistema contra los derechos humanos más elementales. Poco a poco sus objetivos van tomando un matiz más severo contra la dominación, no por la dominación misma, sino por la irracionalidad de donde emana. No podía ser de otra forma: la historia de Moisés se repite bajo circunstancias diferentes pero con puntos que se interceptan, a mi parecer los más importantes. Entendió que responder a la irracionalidad con otra irracionalidad no resuelve el origen del problema, sino que en caso de éxito, sólo lo posterga o lo cambia de bando. Así, responder a la violencia con violencia, es lo mismo que decir “ojo por ojo, diente por diente”; la equivalencia al no perdón y el aval a la injusticia del Sistema, es más, el aval al Sistema mismo, origen del mal. La permanencia del Sistema se debe precisamente a que el mal sólo cambia de camiseta cuando se presenta un conflicto violento de poder entre quienes lo ostentan y los que no lo tienen.

 

Yashua, vuelve a acertar al decir: “si alguien te golpea en la mejilla derecha, ofrécele también la otra”. Mucho se ha especulado sobre este dicho, desde los que afirman que lo que quiso decir es que como un bofetón se da con el reverso de la mano, esto implica humillación al golpeado por superioridad del que golpea y, que al ofrecer la otra mejilla, se obliga al agresor a golpear con el anverso de la mano y de esta manera se establece una igualdad. Otra no menos estúpida es la que señala que al ofrecer la otra mejilla, Yashua sugiere exacerbar los ánimos de Dios para el castigo al agresor sea más despiadado. No les cabe en la cabeza que poner la otra mejilla significa aniquilar al mal, pues si la violencia engendra violencia, la no violencia debilita a la violencia; la responsabilidad del daño, recae únicamente en el agresor, quien poco a poco va perdiendo justificación y fuerza; es no hacerse cómplice de la maldad.

 

La diferencia entre los analistas teológicos o políticos y Gandhi, es precisamente que este último, pudo liberarse de los dogmas del Sistema y así poder tener una visión mas clara de los dichos de Yashua, en quien se inspiró (insertar aquí nota histórica).

 

Históricamente, Gandhi también tenía razón. Las innumerables masacres de gente desarmada cuyo único pecado fue pedir igualdad colocan a los agresores, históricamente hablando, como bestias irracionales, esbirros del Sistema, seres despreciables en vida y después de su muerte y su nombre permanecerá escrito en la historia para siempre como lo peor de la especie, como enemigos de la libertad y de la vida, como vergonzantes especimenes indignos de ser llamados seres humanos, como hombres tan idiotas que se colocaron como víctimas del Sistema del peor lado que este les ofreció, como individuos con un letargo mental tan grande que fueron cegados fácilmente por la estupidez y, me faltan calificativos para definir su condición en la historia. Sólo nos resta pedir a Dios porque ninguno de nuestra descendencia llegue a una condición tan vergonzosa y deleznable, ni por necesidad, ni por enfermedad sistémica ni por cobardía. Morir sin violencia no es morir sin pelear, y matar a quien no responde es el acto más cobarde de cualquier ser. Quien se enfrenta a su oponente de igual a igual, puede justificar su asesinato diciendo “era él o yo”; quien mata al indefenso no tiene justificación alguna.

 

Pero ¿qué pasó con las enseñanzas trasmitidas por Gandhi? ¿dónde fueron enterradas? Desde Yashua, nunca el Sistema se había enfrentado con un adversario invencible ¿por qué entonces la lucha por la libertad no ha tomado nota? Sencillo: se atribuye a Gandhi la no violencia y con su muerte, esta estrategia quedó acéfala. Pero Gandhi no inventó la no violencia ni es la no violencia. El Sistema se ha encargado de dar a entender el absurdo de que los ideales pertenecen a los líderes; así dicen quienes se lamentan de la injusticia: “si viviera el Ché”, “si naciera un nuevo Gandhi”, “si Juárez no hubiera muerto”, “si no hubiesen traicionado a Bolívar” ,etc.. La no violencia está inscrita en todos y cada uno de los seres humanos. El problema de los liderazgos unipersonales es que se dan por la falta de consciencia de los demás. Por eso es indispensable la consciencia para que cualquier movimiento social no decaiga en otra versión del Sistema (URSS) ni muera o quede trunco a falta de los líderes.

 

...

 

Filosofía holística

 

El filósofo Fernando Savater, mencionaba que la filosofía no salva, y en contraposición con la religión, no ofrece soluciones absolutas. En cierto sentido se equivoca. La filosofía, dado el impacto de los dogmas del Sistema, puede ser la salvación al describir y destruir esos dogmas. Es cierto que la filosofía no ofrece salvación en el sentido mismo que lo hace la religión, a cambio, ofrece salvación sobre el pensamiento sistémico, dogmático e irracional. El problema es que actualmente, la filosofía se ocupa poco de eso y se pierde en situaciones relativas, en el relativismo y el subjetivismo, hasta cierto punto intrascendentes para la evolución del pensamiento; cosas que si bien describen o ayudan a entender alguna de nuestras realidades, no van más allá, filosóficamente hablando. Del mismo modo, con el historicismo, no se hace más que organizar una bitácora, aunque hay análisis que despegan más allá, pero estos son hasta el momento reducidos y no avanzan en la síntesis holística de los hechos, sino que nacen, se desarrollan y crecen  permaneciendo en el mismo repollo que les da origen, y es natural. Para lograr una síntesis holítica se necesita más de uno de estos análisis, en temas diversos, en distintos momentos, de modo que se conjunte un gran cúmulo de ellos y se puedan encontrar los fundamentos que los unan en una teoría única.

 

...

 

Condición natural y condición artificial

 

A finales de los 90’s, hicieron un programa de televisión de la BBC acerca de los adolescentes. De acuerdo a los estudios, concluían que los cambios de mentalidad desde la niñez, la pubertad y la adolescencia son parte del desarrollo natural de las personas. En general acertaron, salvo por un detalle: es correcto que los adolescentes responden a estímulos del ambiente buscando aceptación, popularidad, etc., pero se equivocan en cuanto a lo que desean para obtener tales cosas. Querer estar delgados para ser aceptados y cosas así, son producto de la influencia del medio ambiente, es decir, son factores culturales y no inherentes a la especie. Se demuestra claramente la influencia del Sistema en la gran mayoría de los jóvenes y no lo ven, sino que argumentan que tales deseos de los adolescentes son parte de ellos como una ¡CONDICIÓN NATURAL!. Nada más falso. Los deseos de los jóvenes responden a una condición natural de adaptación en lo general, pero no en lo específico. Pongamos dos culturas distintas, sin ir muy lejos, dentro de un mismo país. Por un lado nos ubicamos en una comunidad campesina y por el otro, en una comunidad urbana. Los jóvenes de una y otra comunidad desearán cosas diferentes para destacar; una chica de ciudad y una campesina, desearán ser atractivas (condición natural), pero lo que cada una juzga aceptable para lograrlo puede ser completamente diferente. En algunas culturas, estar gordo puede ser un atractivo y en otras puede ser estar demasiado delgado. Puede ser verdad que querer ser atractivo, puede considerarse una condición natural, con todo y lo relativo que puede resultar ser atractivo, pero lo que no se puede concluir, es que esta condición vaya asociada con formas o métodos homogéneos. A lo largo de la historia de los pueblos, podemos encontrar una interminable lista de cosas que en su momento y su lugar, fue lo más sobresaliente, desde perforaciones, tatuajes, talla, peso, medidas, hasta malformaciones naturales o provocadas, etc., etc., pero que por factores culturales, políticos, económicos, etc., esta lista altera su orden de forma a veces impredecible. La conclusión, entonces, es que la condición natural es solamente el deseo de destacar, pero las formas de hacerlo no tienen nada que ver con tal condición.

 

...

 

Violencia sistémica

 

Una mujer peruana, permanece presa después de varios años, por haber ayudado a ingresar a México a una indocumentada cubana. Entretanto, muchos “empresarios” mexicanos, perfectamente identificados, no tienen ningún problema en salir al extranjero a traer mujeres, igualmente ilegales, para trabajar en sus negocios, generalmente de trata de blancas, antros amparados donde se ejerce la prostitución y a los que suelen acudir toda clase de políticos en funciones.

 

Por principio, la libertad de tránsito es un derecho de todo ser humano sobre la Tierra, pero que el Sistema a coartado. Luego entonces, quien ayuda a ese tránsito, si es perseguido y castigado, se está cometiendo contra este una injusticia. Tanto el establecimiento de fronteras al tránsito de personas como el castigo a quienes participan en este proceso, es una irracionalidad que representa injusticia porque nadie puede erigirse como dueño de la libertad de los demás.

 

...

 

 

El Tiempo

 

El tiempo es el resultado de la interacción entre espacio y materia o energía en movimiento. Esta aseveración surge de un análisis muy simple, a saber, como un derivado de la física clásica. Si tenemos una partícula en reposo absoluto, una partícula básica, indivisible, con una masa infinitesimal que ocupa un espacio igualmente infinitesimal. Si hubiese un observador, no registraría cambio alguno, pero el tiempo existe en este modelo porque el supuesto observador, no está sujeto a la misma condición de la partícula, es decir, el observador no está en reposo absoluto: los electrones de sus átomos se mueven y por lo tanto puede registrar lo que pasa en un instante y en los sucesivos. Si el tiempo no existe, ni para la partícula ni para el observador, entonces este último no puede registrar más allá del primer instante. Si pudiéramos aislar en una burbuja a la partícula en reposo, el tiempo no tiene sentido y el espacio, solo es aquél que ocupa la partícula, lo que rodea a la partícula no existe, ni siquiera como espacio. Al no existir espacio circundante, la partícula no puede moverse, aunque hubiera una fuerza invisible que la empujara, el movimiento seguiría siendo nulo. Entender esto es fundamental para entender qué es el tiempo. Si por medio de la imaginación hacemos desplazarse a la partícula ¿se habrá movido?. No, no existe referencia alguna que detalle el movimiento porque tampoco es posible determinar la distancia de desplazamiento. Al no existir un marco de referencia, no hay espacio; si no hay espacio, no puede haber movimiento y sin movimiento neto no existe el tiempo.1

 

Como nuestra percepción está sujeta a la temporalidad, podemos concluir erróneamente que la partícula está en reposo eterno, pero no es así, el concepto de eternidad sólo puede ser ligado a la existencia del tiempo. La partícula simplemente está ahí y no hay nada más, pero ¿realmente la partícula está en un lugar? No, lo correcto es decir que la partícula existe pero no está en ninguna parte, porque no hay marco de referencia alguno, entonces no puede estar en un lugar: es pero no está en ningún lado sino en sí misma.

 

Después de comprender esto, es posible entonces introducir los conceptos de la física cuántica y la relatividad. Seguramente el lector ya se habrá dado cuenta que nuestro modelo no admite la existencia de la relatividad, pero sí de la física cuántica.

 

Si agregamos a nuestro modelo una segunda partícula similar, en ese instante se crea el espacio entre las dos y alrededor de las dos partículas. El marco de referencia adquiere sentido al mediar una distancia entre las partículas y con esto, es admisible la idea de movimiento y con esta, del tiempo, aún sin existir ninguno en los hechos. Las dos partículas pueden permanecer en absoluto reposo sin cambiar su posición. El movimiento no adquiere sentido sino hasta que la distancia entre ambas partículas cambia, y al mismo tiempo, el tiempo no adquiere sentido sino hasta que se da el cambio, sea de posición relativa o de fuerza interactiva. Pasar de la sola idea de tiempo y movimiento al hecho mismo del movimiento y de tiempo, involucra un desequilibrio creado por la presencia de ambas partículas. Sin las fuerzas de atracción o repulsión ya sean de origen gravitacional, magnético, eléctrico o alguna otra índole desconocida, para un sistema de dos partículas idénticas, no puede haber tal desequilibrio y por lo tanto, no puede haber movimiento ni tiempo, sólo espacio. Otra alternativa es que nuestro sistema reciba una influencia externa que cree el desequilibrio, lo cual indicaría que hay algo externo al sistema y que ese algo trae consigo su tiempo, pues sin su tiempo no habría forma de trasladar su influencia hacia el sistema, donde el tiempo de ese algo no incide dentro del sistema porque sería parte de él, sino hasta que el sistema es influido por el algo.

 

¿Y cómo es que ese algo trae su propio tiempo? Necesariamente se trataría de un sistema independiente donde sus desequilibrios internos dan la proporción del tiempo. Si seguimos por este camino, llegamos a la idea de un Dios (el sistema externo, el algo), pero llegar a esto no es el objetivo de este análisis. Por el camino de la física pura, sin preocuparnos por el momento del origen de las partículas, la única forma de que exista un desequilibrio capaz de producir un cambio y fijar el punto de partida del discurrir del tiempo, son las fuerzas que pueden existir entre las dos partículas. Al hablar de fuerzas, necesariamente se involucra la idea de energía, la cual no incluimos en el modelo estático de absoluto reposo porque a pesar de tener dos partículas masivas, nuestro modelo no proveía forma alguna de medir nada relacionado con un flujo.

 

Sin embargo, podemos ahora regresar al modelo de una sola partícula para explicar el desequilibrio en el modelo de las dos partículas. En el sistema de una partícula, podemos imaginar sin temor a equivocarnos, que la masa de esta, está relacionada con su equivalente energético, de hecho, podemos sugerir que esa masa a cero grados Kelvin, es la forma inerte de un quantum de energía ¿en qué proporción? En la proporción de E = mc2 , la mínima cantidad de energía se da con la mínima cantidad de masa: E = 1010 (bajo el sistema de unidades convencionales), esto quiere decir que para formar una unidad de masa mínima, es necesario 1010 de energía, un quantum de energía. En el reposo absoluto, esta energía se manifiesta como una partícula masiva, porque no puede desaparecer, sino que se encierra en su expresión de máximo equilibrio, la materia fundamental del Universo.

 

Pasando al modelo de dos partículas, la energía contenida en ambas tenderá, por su propia naturaleza, a unir fuertemente a las partículas produciendo ya sea una nueva entidad compuesta sin desprendimiento de energía, una partícula masiva más desprendimiento de energía equivalente a una partícula o la descomposición de ambas partículas en energía. Esto sería posible, ya que el movimiento ha creado el tiempo y la energía puede manifestarse en forma de flujo. ¿pero qué pasaría en los momentos posteriores a alguno de estos tres fenómenos posibles?. En el primer caso, la nueva partícula tendería al equilibrio hasta retornar al reposo absoluto volviendo al primer modelo pero con una partícula doblemente masiva; en el segundo y tercer casos, la energía desprendida tendería al reposo con el tiempo hasta volverse a manifestar cada quantum como partícula, quedando el sistema de dos partículas en reposo pero ya sin la posibilidad de desequilibrio debido a la distancia entre ellas.

 

Este modelo, fracasa en el sentido de un tiempo que fluye eternamente (de hecho, el tiempo es una línea que mide la eternidad en cada punto, respecto a otro). Pero si metemos a nuestro sistema no una ni dos partículas, sino una cantidad prácticamente infinita de ellas en un espacio donde sean posibles las interacciones entre ellas, obtendremos una colisión de magnitudes sorprendentes. Las partículas colisionando producirán los tres fenómenos descritos arriba: nuevas partículas compuestas y desprendimiento de energía parcial y total, ya no solo como quantums aislados, sino como grupos de ellos formando todas las posibles manifestaciones de la energía. El fenómeno predominante, por las evidencias, se sugiere como la formación de nuevas entidades masivas más complejas para formar toda la suerte de partículas atómicas conocidas, y de ahí, al irse haciendo arreglos cada vez más complejos, los átomos ligeros y en la concentración, los más pesados. En un momento dado, la naturaleza de atracción de las masas energéticas, se verá rebasada por la naturaleza del rechazo entre ellas debido a una densidad límite, un limbo irrebasable de concentración de masa y energía en un espacio delimitado, dando lugar a una gran explosión (Big Bang). Después de esto, el tiempo no tiene fin sino hasta la degradación total de la materia y energía desprendida, en quantums individuales de energía, tan separados unos de otros, que no exista posible interacción entre ellos y el espacio contenedor quede repleto de partículas individuales, inmóviles con lo que el tiempo deja de ser.

 

El tiempo establece el fluir de todo cuanto se mueve. Si aplicamos estos conceptos al razonamiento, vemos que el pensamiento es un flujo de símbolos que representan cosas conocidas, es decir, de cosas pasadas e irreversibles, y es también un flujo de ideas, que son producto de la asociación de estos símbolos pero con un referente futuro. El pensamiento se hace visible en cada momento en el presente, en cada presente como la cresta de una onda, digamos, algo así como la cresta de una ola. Podemos imaginar a la ola aproximarse desde el futuro hasta llegar al presente, el lugar donde estamos y luego la vemos alejarse convirtiéndose en pasado. Nosotros entendemos el presente cuando ya es pasado porque el razonamiento es un fluir que lleva tiempo, pero para poderlo poner en cada presente, lo tenemos que extraer del futuro. Dicho en otras palabras, el razonamiento encuentra su materia prima en el futuro, misma que se procesa en el presente con las herramientas del pasado y termina dando frutos que se escurren a un pasado más reciente. Así que de acuerdo con esto, nunca podríamos tener consciencia del presente porque dura tan poco que no es posible razonamiento alguno en su mismo instante; al concluir todo razonamiento este queda de inmediato en el pasado. Entonces el estudio del presente o de una serie de presentes, no concluye en esos presentes, aunque nos permite anticiparnos a los nuevos presentes, es decir, echar mano de futuros ya sea próximos o lejanos y entre más próximos, mayor certeza encontramos en ellos. La única consciencia posible del presente, no dependería del razonamiento, sino de la experiencia irracional y sensitiva de ese presente en el instante mismo. Por ser el tiempo un flujo constante, podemos encadenar cada sensación presente y formar una consciencia permanente que da dimensión (longitud y volumen) a las experiencias. Pongamos el caso de un sonido constante que dura unos segundos: no percibimos un conjunto de experiencias separadas (una por cada presente) sino una sola experiencia fluida. Cualquier fluido podemos percibirlo como una experiencia única e indivisible, a pesar de que discurre en el tiempo, que tiene un antes, un ahora y un después; y es precisamente porque se monta en el tiempo, que podemos interpretarla como fluido. Por eso una idea (entendida como un flujo de símbolos), aunque cada una de sus partes pertenece a un tiempo distinto, representa solo un punto en el tiempo, que es la idea misma. Para la idea, todo el tiempo que ocupa es presente; lo que era antes de la idea es futuro y lo que es después de la idea es pasado. Esta característica elástica del tiempo nos permite decir cuánto dura el presente si lo aplicamos al razonamiento: es, a final de cuentas, la que nos permite tener consciencia del presente. Si tenemos consciencia del presente, podemos formar un pasado coherente (alcanzar la plenitud del Ser histórico) y echar mano de él para anticipar el futuro, o para traer un futuro probable al presente.

 

El presente debe ser pues, necesariamente elástico y simbólicamente estático respecto a los fenómenos que se presentan como un fluido, de hecho lo son todos los que podemos percibir, porque de no presentarse como un fluir, no serían percibidos naturalmente por nosotros, ya que nuestros sentidos captan flujos (luz, sonido, etc.), no puntos fijos, de tal suerte que de ahí la idea de que el tiempo es un constructo y, si así es, será tan elástico como sea necesario para asignar un fenómeno completo a un presente único.

 

Usted pude decir, “estoy enfermo”. El tiempo que dure esta circunstancia, podemos, si lo deseamos, circunscribirlo en un presente único, o en una serie ligada de presentes discretos a nuestro antojo (por minuto, hora, día, mes, etc.). la enfermedad existe porque se trata de un fenómeno de fluido, la misma connotación de la palabra fenómeno, conlleva la idea de flujo. Si no operase cambio alguno en el estado de la enfermedad, no se puede decir “estoy enfermo”, porque de otra forma, involucraría pensar que apareció instantáneamente y sólo instantáneamente se quitará. Con todo y lo reducida que resulta esta explicación, denota un proceso, es decir, un fluir.

 

...

 

La filantropía sistémica

 

La filantropía, representa una prueba tangible de la desigualdad social en que vivimos, máxime por el hecho de que a pesar de lo cuantiosa que pueda llegar a ser (en cantidad de donaciones y en cantidad de donadores), no hace mayor diferencia a nivel global; es el recordatorio cínico de la pobreza en que viven millones de seres humanos en contraste con la excesiva riqueza de unos cuantos.

 

La filantropía sistémica, principalmente proveniente de las grandes empresas, y en la gran mayoría de los casos, se realiza buscando cooptar comercialmente al mercado en beneficio de sus firmas. En México, por ejemplo, existen un sinnúmero de filántropos sistémicos, algunos de los cuales, llegan a niveles grotescos, como es el caso de la empresa Televisa, la cual en las transmisiones de los partidos de fútbol, anuncia que se donará, por medio de su Fundación, algún bien o servicio si tal o cual equipo anota un gol. Lo grotesco de esto, si de por si ya se está haciendo un juego perverso de ayudar sólo si la suerte futbolística lo determina, es que dentro de lo que se ofrece, están el pago de una operación de trasplante de corazón, riñón, córneas, etc. La suerte del necesitado queda entonces en manos de un evento deportivo. Es el moderno circo romano, ya que de alguna manera, se dictamina si una persona vive o muere en función de un espectáculo.

 

Los filántropos sistémicos, también suelen aprovechar los desastres acaecidos sobre una población determinada, para solicitar donaciones, las cuales, no siempre son objeto de auditoria e inclusive, aún con la auditoria, no se puede llevar un registro puntual de donantes ni de cantidades, por lo que esta circunstancia les permite hacer movimientos financieros irregulares, además de la ya mencionada cooptación comercial. Por ejemplo, si entran a sus Fundaciones determinadas cantidades, ellos bien pueden maquillar las cifras, no para quedarse con los excedentes, sino para ponerles su etiqueta y presentarlos en la deducción de impuestos. La pregunta es ¿por qué esperar hasta que los medios masivos de comunicación están cubriendo un hecho, es decir, hasta que una desgracia se mediatiza, para empezar a ayudar? Es obvio que la razón es porque tanto la noticia, la solicitud de ayuda a través de los medios, así como la difusión de sus donaciones, son publicidad de muy bajo costo y en ocasiones, gratuita. El simple nombre “Fundación Televisa”, Fundación Telmex”, etc., ya es publicidad para sus empresas que construye una imagen falsa sobre su verdadero interés.

 

Otra característica de estas Fundaciones de ayuda altruista, es que la cooptación no sólo es de índole comercial, sino política. Las Fundaciones que dependen directamente del Estado, brindan ayuda al necesitado buscando atraer las preferencias de estos a sus colores. Sea desde el Estado o desde la iniciativa privada, se medra con la desgracia y necesidad de la gente. Pero los peores, son aquellos cuyo slogan va en el sentido de que su actividad comercial es una ayuda a los que menos tienen. Curiosamente, son los que más se enriquecen debido a esas “ayudas”. Están los que venden a crédito con cómodos pagos semanales, donde las parcialidades a pagar por un bien o servicio, hacen irresistible la compra, pero nunca dicen el costo total real, que va desde un 50% a un 150% más de lo que vale el bien o servicio. Tampoco dicen el porcentaje de interés por demora en los pagos (que es elevado de acuerdo a las fórmulas que los actuarios diseñan para que por ningún motivo haya pérdidas por los que nunca pagan), ni mencionan el cúmulo de cláusulas (en letra chiquita), todas a favor del vendedor. También los hay quienes en su propaganda comercial anuncian que parte de las ganancias (porcentajes generalmente ridículos), serán donadas para ayudar a cierto sector necesitado, es decir, en palabras claras, equivale a decir “lléname el plato para que yo pueda derramar unas gotas sobre los hambrientos”, sin contar con que esas gotas derramadas, además las deducen de impuestos.

 

Otro ejemplo sucede en uno de los países escandinavos. Se trata de un reality show donde por un lado, hay varios enfermos que requieren un transplante de órgano y por el otro, un donador o un órgano donado. Se trata que el público participe para ayudar a decidir a quién habrá de transplantarse el órgano en cuestión, es decir, toca al público decidir quién vive y quiénes mueren. Otro evento circense a costa de la dignidad humana donde los que siempre ganan son los productores del espectáculo. Si tanto les interesase la desgracia ajena y quisieran hacer un verdadero bien, sin apartarse del espectáculo, podrían mejor hacer un programa donde se premie de alguna manera a los donadores de órganos y crear consciencia para incentivar esta práctica.

 

Todo se vale dentro de la rapiña comercial, perdón, quise decir, competencia comercial. Si hay pobreza, falta de oportunidades, hambre, dolor, enfermedad, etc., estas serán aprovechadas en su beneficio, siempre bajo la bandera de que los recursos llegarán a su destino sin corrupción alguna, porque en sentido tradicional (lo que establece la Ley) puede ser cierto, pero en sentido estricto, la corrupción radica en la falta de moral, en manejar totales y personalizar las ayudas sólo hasta el último eslabón de la cadena, en utilizar los medios para la cooptación y medrar con la necesidad ajena, en desviar recursos para labores administrativas y de promoción, en no declarar abiertamente lo que ellos ganan en referencia a su imagen pública, que al tiempo se traduce en dividendos monetarios, aceptación, prestigio y con ello, en un valor más alto de sus acciones en la bolsa.

 



1 el espacio no es nada en sí mismo; no existe ningún espacio absoluto. Sólo existe a través de los cuerpos y de las energías contenidos en él. Coincidiendo con una antigua afirmación aristotélica, tampoco el tiempo es nada en sí. Sólo existe como consecuencia de los acontecimientos que tienen lugar en el mismo.”. Martin Heidegger. Editorial Trotta S:A. 1999. Traducción y notas de Raúl Gabás Pallás y Jesús Adrián Escudero. Editorial Trotta S.A. Madrid, 1999. EL CONCEPTO DE TIEMPO. Conferencia pronunciada ante la Sociedad Teológica de Marburgo, julio de 1924. . Pp 3.